Esta mañana me encontré con un vídeo de los que te mueven por dentro, de esos que derriban y construyen a partes iguales y que la vida te tienta a ver más de una vez.
El vídeo comienza con los conocidos acordes del Modern Love de Bowie mientras un cuello se desliza con maestría por las notas de la canción y el rostro de Greta Gerwig se emociona. Son solo unos segundos y al observar el rostro de Greta se me acelera el corazón, cambia la temperatura corporal, se eriza el vello y algo en la garganta comienza a transitar a la vez que la memoria conjuga pasado y presente.
Es la fuerza de las emociones estéticas, esas que se experimentan ante la belleza o el arte, pero que cuando conoces la historia que hay detrás son más posibles, reales e intensas de experimentar.
Pasa como con las personas, la vida y las historias, que si sabes lo que esconden detrás es cuando de verdad lo comprendes todo.
En algún momento, en algún lugar leí que Noah Baumbach, director de Frances Ha (2012) y pareja actual de Greta, dijo que rodó la película en blanco y negro para que la nostalgia estuviese presente desde el principio. Y lo está, desde el principio, y hasta el final.
Ese Modern Love de Bowie que sale en el vídeo que me he encontrado es el que suena en una escena icónica de Frances Ha.
Frances Ha destila diálogos mientras los intentos de vida ocurren una y otra vez, huele a fiestas donde la música se entrelaza con conversaciones largas mientras el humo acaricia la garganta y también a no saber lo que quieres, pero querer vivirlo.
Comienza con la historia de dos amigas que no pueden vivir la una sin la otra, que son el esplendor de la tontuna y sueños por escribir, mientras van hallándose a ellas mismas. La peli habla de vínculos, de amistad, de amor… Y también de decepciones, soledades y de hacerse mayor.
Frances Ha sobre todo es una historia de búsqueda y como en todas las búsquedas la pérdida está presente, porque a veces para encontrar algo hay que perder otras cosas, o al revés. Quizá su secreto para convertirse en un clásico del cine indie fuese que, a pesar de todo, es optimista y tierna, con buena música, muy estética y muy de caos de vida real, de ese que parece que las cosas no van a salir, pero al final siempre salen… aunque sean otras.
Cuando en esos primeros segundos de vídeo observo el rostro de Greta que se emociona pienso en el viaje que su memoria reproduce. Ella escribió y protagonizó Frances Ha. Ahí hay dos historias, la que representa el guion y la que significó en la vida real. Supongo que ambas significan un retrovisor cargado de nostalgia, de memoria, de ahí su rostro y esa mirada que condensa en segundos lo que se ha vivido en años y visita de golpe, porque ahí hay mucho de todo y eso emociona.Todo sucedió en la gala de apertura del Festival de Cannes 24. Greta, que hoy es más conocida por ser la directora de Barbie (2023), era la presidenta del jurado y la actuación de Zaho de Sagazan era ese homenaje a Greta y a esa escena icónica de Frances Ha que Greta había escrito y protagonizado, escena que por cierto está inspirada en aquella otra de Mala Sang de Leos Carax (1986)
A mí lo de Zaho de Sagazan me ha hecho feliz y que bien poder encontrar cosas que te hagan feliz. Primero porque no es fácil querer escuchar algo de Bowie sin Bowie y su versión me ha enamorado, que ha construido muy bien. Segundo porque encandila ese juego hasta llegar al escenario, en el que su baile y el halo blanco te invitan a aquel recorrido por las calles de NY, paso de cebra incluido, de Frances Ha. Tercero porque el homenaje es precioso, acertado, elegante y emocionante para Greta y Frances Ha.
Después de ver el vídeo me quedé pensando en que para que las cosas sucedan alguien tiene que pensarlas, que querer que pasen y luego hay que proponerlas y que todo encaje y que todo fluya y luego que salgan bien, con lo que a veces suceden cosas que son un milagro que hayan sucedido… y luego suceden en un momento, pero que bien que sucedan… Y luego están esos otros momentos que todos hemos querido alguna vez en la vida como decía Frances Ha… Pero, ¿quién no va a querer ese momento?
Al final, el paso del tiempo demuestra, que siempre nos quedará Frances Ha…