Cobardes lanza Que empiece el baile, un segundo disco que destaca por una propuesta más rockera con un estilo más definido a través de la cual buscan su consolidación en el panorama nacional. Hablamos con ellos sobre los entresijos y expectativas de esta rompedora selección de 10 temas.

Fue en el año 2016 cuando el proyecto personal de Javier Janices, conocido como el “Cordobés”, tomó forma y se convirtió en la banda de Cobardes. A él se unieron Iñigo Idoate en la batería, Iñigo Álvarez en la guitarra e Iban Sánchez en el bajo, completando así una formación única y sólida que no tardaría en causar sensación entre el rock urbano nacional. Su gran potencial les llevó a imponerse en certámenes importantes, como el Encuentro de Jóvenes Artistas organizado por el Gobierno de Navarra en 2018, un tipo de iniciativa con la que se muestran muy agradecidos: «Creemos que para bandas más pequeñas son gasolina que ayuda a mantener la llama encendida».
La opinión pública no ha tardado en etiquetar a Cobardes como promesas emergentes del rock urbano, un estilo de música con especial arraigo en nuestro país, especialmente en el norte, de donde proceden. Desde el grupo, se sienten muy orgullosos con este apelativo: «Es lo que hemos mamado desde niños, hemos crecido escuchando esa música y ahora tenemos la suerte de poder defenderla en primera persona».
«El rock del norte es lo que hemos mamado desde niños, hemos crecido escuchando esa música»
Cobardes
Es más, cuando les preguntamos por sus influencias aseguran con rotundidad que son principalmente el rock de su tierra: «Marea, Barricada, Extremoduro…». Aunque también aseguran tener unas cuantas pinceladas de los más grandes en el panorama internacional como Red Hot Chilli Peppers o AC/DC.
Fue el 28 de febrero de 2020 cuando la banda vio publicado su primer álbum, Ceniza y Viento (2020), con el que dejaron claro que estaban llamados a ser una de las grandes bandas de rock del panorama nacional, así como un nuevo faro de luz en un género necesitado de nuevos referentes. En este primer disco firmaron colaboraciones con artistas de la talla de Rulo, Iñaki Uoho Antón o Kolibrí Díaz, tres de los artistas que siempre han admirado y que, según aseguran, «fue un verdadero lujo poder contar con colaboraciones de ese nivel en nuestro primer disco».

Sin embargo, pese a firmar su debut, la irrupción de la pandemia supuso un parón en seco que, como parte positiva, les ha ayudado a coger impulso para irrumpir, si cabe, con más fuerza todavía.
De hecho, en este 2023 Cobardes ha vuelto para resarcirse de aquellos momentos amargos. Con su segundo disco, Que empiece el baile (2023), la banda ha consolidado su sonido propio y característico. En cada canción, este nuevo disco penetra en el corazón y el alma de sus oyentes, gracias a melodías pegadizas y letras magnéticas que enganchan desde la primera escucha.
En cada canción, este nuevo disco penetra en el corazón y el alma de sus oyentes, gracias a melodías pegadizas y letras magnéticas
Este segundo disco es todo un tratado de rock genuino, una prueba más del ya reconocible sonido de la banda. La voz de Janices, verdadera seña de identidad del grupo, marca el tono y la emoción de cada tema. Con Que empiece el baile, Cobardes dispara el corazón de sus seguidores y atrae a nuevos adeptos con su estilo personal e inigualable.
Sobrevivir a una pandemia
Cocinado a fuego lento durante tres años y una pandemia de por medio, según el grupo esta nueva propuesta es más rockera y cuenta con un estilo más definido. Un cambio que, en palabras Javier Janices, se ve reflejado en el poderío de la guitarra solita: «Si tuviese que resaltar algo sería la guitarra solista, ya que ha tomado un papel más protagonista que en el anterior».
La pandemia fue un impulso creativo para músicos de todo el mundo, pero también hubo nuevas y numerosas trabas entre las que hay que destacar la no-presencialidad. En este sentido, desde el grupo explican que hubo una canción que no llegaron a grabar: «Fue la primera que compusimos vía online cuando no se podía salir de casa y siempre decimos que no entró en el disco porque le faltaba ese calor de haberla cocinado en el local de ensayo».
Aunque el título del disco presenta un panorama esperanzador, Que empiece el baile, las letras hablan de soledad, nostalgia, decepción, corazones rotos y amor del que se clava bien adentro. Para Janices, los protagonistas de los que se habla en las canciones «son personajes reales, son mi gente, soy yo. Y, contra todo pronóstico sí, estamos todos bien: esto de escribir canciones nos sirve de terapia».
Las letras retratan realidades que giran en torno a vivencias personales y de su entorno: «Hablan de nuestro día a día y del día a día de cualquier persona, queremos ser honestos a la hora de escribir y no hablar de cosas que no nos tocan de cerca».
La sonoridad por delante
Si analizamos las letras de las canciones, el disco podría parecer que se trata de un relato que habla de una gran historia de amor. De hecho, la última canción Un beso y hasta siempre podría cuadrar una posible despedida. Sin embargo, aseguran que el orden está elegido por un tema de sonoridad, para que sea un disco agradable de escuchar sin tener que cambiar de canción: «Seguimos creyendo en el ritual de ponerse un disco en casa y disfrutarlo de principio a fin».
Con los pies en el suelo
Después del lanzamiento, la expectativa más ambiciosa de Cobardes es la de seguir tocando: «No nos importa el sitio, nos importa el dar a conocer nuestro trabajo». Aunque admiten que les gustan los grandes escenarios, piensan que las salas más pequeñas tienen algo íntimo que no se puede explicar: «Ese tú a ti nos pone muchísimo».
«El tú a ti de las salas pequeñas nos pone muchísimo»
Cobardes
Y, además, mantienen los pies en el suelo: «Seguimos con nuestros trabajos, gracias a Dios tenemos los pies en el suelo y sabemos lo difícil que es llegar a vivir de esto. Hoy por hoy nos conformamos con viajar en furgoneta los fines de semana, mal dormir en hoteles sin estrellas y llegar el lunes a nuestros trabajos con la mayor de las sonrisas».