La artista mexicana vuelve a dejar la impronta de su versátil arte de la canción con un nuevo álbum que se llama como este estupendo adelanto.
Hay ocasiones en las que te pones a leer los comentarios que aparecen en youtube bajo un videoclip y son más lúcidos que decenas de críticas.
Un usuario dice que esta canción “comienza con un pulso parecido al del corazón”, “pintando de grises bossanovas”, tras el cual entra Natalia “sonriendo o felizmente sufriendo”, con “esa magia que comunica al cantar”, esas “percusiones que entran poco a poco” y esos “call and response” que suenan después, “sollozando el hermoso recuerdo que le duele”.
Mejor no se puede describir. Es el mundo sutilmente hermoso de la artista mexicana, quien presenta justo estos días el álbum que lleva el mismo título que esta canción, De todas las flores (2022).
Lirismo, sensibilidad y talento se dan cita siempre en las creaciones de Lafourcade, y este disco, uno de los mejores de su carrera, no es una excepción. Un nuevo hito en la carrera de una artista que se ha movido con la misma soltura en el pop sintético, el bolero, la cumbia o los ritmos afrocaribeños, porque en esencia todas las canciones del mundo vienen a ser una en su argumentario.