El artista belga sitúa en el centro del debate público el tema de la salud mental, con un espectacular videoclip y una tremenda presentación en el informativo de televisión de mayor audiencia en Francia.
Si aún no lo habéis visto, ya estáis tardando: hace unos días, el belga Stromae compareció en el informativo de la noche de la TF1 (uno de los más vistos de Europa) para ser entrevistado. Tras comentar las muy diversas influencias globales que su próximo disco, Multitude, alberga en sus surcos, la presentadora la pregunta por algunas dificultades que ha atravesado en su vida.
En ese momento, que podéis ver aquí, el vocalista se arranca a cantar, en un plano fijo mirando a la cámara (que estaba perfectamente estudiado), interpretando esta canción, “L’enfer”, entonces inédita, en la que habla directamente y sin tapujos de que durante un tiempo pensó en suicidarse, y no se enorgullece de ello.
El golpe de efecto mediático fue impagable. Por lo formal, por cuanto insertaba la presentación de una nueva canción dentro de formato de entrevista, pero con profesionalidad y una buena factura visual, y no como esos ex concursantes de OT que se ponen a expedir gorgoritos en cualquier charla frente a una cámara, venga o no venga a cuento. Pero, sobre todo, por el fondo: poner sobre la mesa en horario de prime time la urgente cuestión de la salud mental, cuyo abordaje es más necesario si cabe tras los confinamientos y los contratiempos en nuestra vida diaria que nos ha impuesto la pandemia.
Un par de días después se publicaba el también fabuloso videoclip de la no menos fabulosa canción. Un video dirigido por Julien Soulier, Luc Van Haver, Coralie Barbier y Paul Van Haver (o sea, el propio Stromae), que ya rivaliza en visitas con la entrevista de marras.
Así que a Stromae no solo cabe achacarle una formación musical y un talento fuera de lo común, que esperemos ver ratificado (y si es posible, mejorado) en su nuevo trabajo, previsto para este 4 de marzo, sino también el coraje y la valentía (su anterior single ya era un tributo a la clase trabajadora, ojo) para romper una lanza en favor de la visibilización de un problema al que todos deberíamos hacer frente ya, sin paños calientes. Empezando por los poderes y recursos públicos.
Bravo por él.