Estrenamos en exclusiva el videoclip del último corte del disco del proyecto paralelo de los dos miembros de McEnroe, una prueba más de que rematar un álbum es tan importante como descorcharlo.
Las grandes gemas se ocultan muchas veces al final de los álbumes. Hay que tener paciencia. Conviene disfrutar de los discos de principio a fin, sobre todo cuando desprenden ese tacto artesanal, el de las cosas cocidas con mimo y a fuego lento.
La historia de la música pop y rock está repleta de este tipo de canciones; largas, reflexivas, evocadoramente bellas, de esas que te dejan colgado de un limbo del que no quieres salir. De las que te incitan a darle al play de nuevo y empezar otra vez por el principio.
Y es que rematar un buen disco puede ser tan importante como descorcharlo, aunque en estos tiempos de streaming y escuchas apresuradas, casi siempre fugaces, no lo parezca. Y eso es lo que han hecho estupendamente bien Ricardo Lezón y Jaime Limousin con “Remolino (vodka francés)”, el corte que cierra su último álbum,
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