
Quien fuera mitad de Everything But The Girl, Ben Watt, versiona al piano el clásico deep house de Ten City de 1989, y el resultado prueba que las grandes canciones soportan cualquier tratamiento.
“That’s The Way Love Is” fue un clásico del llamado deep house (la facción más espiritual y emotiva del house), que triunfó en las listas de éxitos de media Europa en 1989. La firmaban Ten City, un estupendo trío de Chicago, liderado por la portentosa voz de Byron Stingily.
Ahora suena, 31 años después, en una voz y un tratamiento completamente distintos, pero con el mismo sentimiento. Es Ben Watt, quien fuera durante años la mitad de Everything But The Girl, quien rescata el single de Ten City solo con su voz y su piano. Watt lleva años editando discos en solitario. Y su última criatura es el mini elepé Storm Shelter, seis canciones grabadas durante los ensayos de la gira de presentación del que fuera su último álbum, Storm Damage, publicado el pasado año.
Storm Shelter es un conjunto de canciones grabadas a piano y voz que debía haberse lanzado durante la gira mundial de Watt el pasado año, antes de que todo se detuviera debido a la pandemia y sus conciertos tuvieran que ser cancelados. Tiene, en todo caso, el regusto a esas grabaciones domésticas que tanto proliferaron durante el confinamiento.
“En un mundo ideal, las grabaciones habrían salido el año pasado a mitad de gira”, cuenta Watt, “pero, en cambio, han acabado cerrando un capítulo sobre un año de encierro. Por un tiempo pensé en abandonarlas, pero al escucharlas de nuevo pensé que no necesitaban adornos. El espíritu de las canciones parecía hablar de la fuerza ante la adversidad que todos hemos buscado recientemente”.
El mini álbum consta de dos versiones y cuatro composiciones propias de Watt. Las versiones son el ya mencionado clásico de Ten City, “That’s The Way Love Is”, y una canción synth pop de Sharon Van Etten, “Comeback Kid”, que estuvo incluida en su último trabajo.
El videoclip de “That’s The Way Love Is” ha sido dirigido por Rahim Moledina, quien ya se encargó de los de “Hendra” y “Sunlight Follows The Night”, dos de las mejores canciones de sus últimos discos. Muestra imágenes de la vida cotidiana de cualquier londinense, como el propio Ben Watt. Y es tan sencillo y bonito como la canción. La versión de Watt es otra prueba de cómo las grandes canciones, cuando lo son, resisten cualquier clase de tratamiento.