Arantxa Iranzo nos resume la actualidad musical, cultural y social de la semana.
Hay días —especialmente cuando un año lleva inaugurado poco tiempo— que no tienes ni la fuerza para coger una postura más cómoda en la cama. Solo quieres quedarte inmóvil, hacer como que todo lo demás no existe o te necesita, y que tu día empiece sin ti. Deseas no dar señales a los seres sonrientes, no emitir sonido, aferrarte a lo desubicado. Très fatigué… de no hacer nada, como un print de camisetas.
Solo quieres escuchar a alguien como Randy Newman bajo el edredón. Ser recompensada por no mover ni un dedo. Tener un año… solo navideño. Y que los demás se arreglen solos. Preferirías, claro, tener esa clase de momento hundido/nihilista que te lleve a pintar resueltamente una Noche Estrellada, como si nada, a lo Van Gogh, y en cambio, tu máximo empeño se concentra simplemente en quitarte un calcetín con tu otro pie. Pero no. Aquí estás. Aquí estoy.
Todos pasamos por estos momentos en enero, pero tú seguro que ya llevas levantado/a hace rato, seguramente horas, y por eso te aplaudo y te dedico esta selección de pequeñas realidades.
1. 😍 Father John Misty y el romanticismo
Más voces que vuelven desde la catarsis. ¿También tú pensabas que Josh Tillman, aka Father John Misty, no es sólo el despechado ex batería de Fleet Foxes, sino un ser genial, misterioso y cautivador, lleno de ironía y canciones que son imaginarios ensoñadores en sí mismos?
Aún siendo un outsider, creo que se le subestima un poco. Lo que es, es un buen romántico. Con ‘Funny Girl’, el single adelanto de su quinto disco, Chloë and the Next 20th Century (Sub Pop/Bella Union), Tillman vuelve con borla para empolvarnos con maquillaje teatral, rodeados de una vieja orquesta hollywoodiense en un glamuroso escenario de los años cincuenta, imaginando una concha dorada gigante de la que bien podría aparecer una esplendorosa Barbra Streisand nadando en perlas y champán.

No obstante, su nuevo videoclip, dirigido por Nicholas A. Bateman, derrocha otro tipo de genialidad surrealista: con él, no hay nada nunca dejado al azar. Desando escuchar el resto de sus canciones el ocho de abril.
2. 🎙 Cuando ser Radiohead nunca es suficiente
En contraste a todo este set resplandeciente, llega el turno del post punk. ¿Así, de pronto? Sí. Porque se trata de la enésima reconversión de Thom Yorke (Radiohead) junto a su inseparable Jonny Greenwood, bajo la producción de su también habitual Nigel Godrich: ‘You’ll Never Work On Television Again‘, su primer lanzamiento como The Smile, su nuevo proyecto (no la sonrisa de un ‘¡Ahh!’, sino más como la sonrisa del tipo que te miente todos los días, explicó Yorke), se atreve a experimentar desde su local de Oxford con sonidos guitarreros que nos llevan a sus inicios (antes de OK Computer), y con letras que escupen incomodidad y absurdo.
No obstante, ahí está la delicadeza de la voz de Yorke para abrazarlo todo. Y esa familiaridad contradictoria hace que, irremediablemente, nos guste. Marca el día 29 de este mes para ver su primer concierto en streaming.

3. ❤️🩹 El grave estado anímico del gremio musical
“Sentí una dimensión nueva de tristeza. Porque antes yo podía estar jodido, pero afuera había vida y te refugiabas en ella. Pero lo que había afuera era una ciudad fantasma”, explicaba el cantautor Nacho Vegas recientemente en El País, sobre su experiencia pandémica.
Hoy día, hacer stories en Instagram defendiendo la salud mental está, afortunadamente, más de moda, pero si luego te comportas de un modo diferente o muestras o explicas tus emociones “de más”, entonces molestas. Que todo se quede en un post.
Aquí llegan algunos datos de un (aún) tabú, irónicamente, viralizado: según la última encuesta realizada en Catalunya, se obtuvo una muestra representativa que sondeó el estado anímico de 400 músicos a través de entidades como El Sindicat de Músics Activistes de Cataluña, la ESMUC o la Unión de Trabajadores Autónomos y Emprendedores.
330 de los encuestados apuntaban a tener síntomas de depresión y ansiedad en diferentes niveles, y un 56% afirmó tener episodios de pánico.

La complicada estabilidad emocional que vive el gremio musical en la actualidad, cuya identificación entre trabajo y persona es muy fuerte, no es novedad, pero a raíz de la pandemia, los ERTE, la carencia económica, el duro y largo regreso a las salas de conciertos… Se convirtió en una señal de alarma que fue enrojeciéndose con rapidez para los colectivos artísticos, ya per se abandonados.
Trabajar las emociones para el proceso creativo y ofrecer herramientas para lidiar con la presión, el aislamiento, las horas de trabajo no remuneradas o consideradas, y la inestabilidad de esta vocación, según los profesionales, debería ser parte del programa educativo de un/a artista. El auto boicot, la baja autoestima, la inflexibilidad y exigencias propias y los picos laborales son las causas que más disparan la ansiedad. La industria musical necesita atención psicológica, pero más accesible. Si hay músicos a tu alrededor, o tú mismo eres uno, este artículo te interesa.
4. 🐈⬛ Los animales siempre fueron de la familia
Pero no ha sido hasta el pasado cinco de enero cuando ha entrado en vigor la ley que reconoce a los animales como “seres sintientes”. A algunos nos pilló de sorpresa. No por desacuerdo, sino por puro pasmo y desconocimiento. ¿De verdad los animales eran considerados hasta hoy “bienes inmuebles o cosas”?Asombro absoluto.
Lo que no resultó tan sorprendente, empero, fue que VOX votara en contra de apoyar dicha medida, o que el PP se abstuviera. ¿Y qué contempla dicha ley? Que los animales, por ejemplo, dejen de considerarse como “una maleta” (u objeto material) en caso de accidente de tráfico y que sea obligatorio atenderlos, o que los tribunales tengan en cuenta el cuidado o bienestar del animal en caso de la separación de sus dueños para poder entregarlo a quien consideren más conveniente.

O que, atendiendo a medidas más drásticas, se prohíba sacrificar animales sin causa justificada, o que se deje de utilizar fauna salvaje en los circos o el fin de la venta de mascotas en tiendas. Y finalmente, y lo más importante, el Código Penal prevé aplicar el endurecimiento de las penas por maltrato animal. Lee más sobre estas medidas, por fin presentes, aquí.
5. 🍿 Bowie a través del cine
Si Bowie siguiera entre nosotros habría cumplido los 75 hace muy poco, y lo imagino, tranquilo, de sobra conectado a su época pese a su edad, explorando constantemente. Bowie sigue lejos, observándonos con su mirada bicolor desde su rojo planeta, innegablemente complacido porque nadie se haya olvidado de él, y mucho menos a través del cine.

En su legado no faltan canciones en historias en las que su huella signifique pura emoción, films por los que te recorre la melancolía y las ganas de vivir al mismo tiempo. Podríamos recordar la quebequesa C.R.A.Z.Y. (2005), del recientemente fallecido Jean-Marc Vallée: el agridulce coming of age del andrógino Zach, consolándose a través de la excentricidad de Ziggy Stardust.
También, la inolvidable y pizpireta Frances Ha (2014) con Greta Gerwig, quizás otro relato sobre cómo crecer en el mundo adulto, o cómo llegar tarde a él, aceptando el verdadero amor (la amistad); Licorice Pizza (2021), de Paul Thomas Anderson, a punto de estrenarse, impacientes por ver la atípica historia de amor entre Alana Haim y Cooper Hoffman (debut para ambos), ambientada en los maravillosos 70.
O la enternecedora Jojo Rabbit (2019), adaptación del neozelandés Taika Waititi: una mirada tragicómica al horror nazi a través de los ojos de Jojo, un niño fanático de las SS y con una madre antifascista, con aquella última y esperanzadora escena, después de la derrota alemana y la destrucción, bailando “Helden” (“Heroes”, en alemán) junto a una niña judía a la que acaba queriendo. Lo que decía, todo emoción.
Querido Thin White Duke: ya lo ves, es imposible olvidar nada. Feliz eternidad alienígena.
6. 📀 Discos impopulares, pero sensacionales
Antes de seguir adelante con tu semana, recuerda escuchar estos cinco discos de 2021 que desde ¡Mússica! capturamos y, pese a su escasa presencia en listas (algo que nunca debería definir su calidad) valoramos con sobresaliente: el hechizo folk combinado con free jazz y psicodelia, de la mano del irlandés Conor o’Brien, Villagers, con Fever Dreams; también, Earworms, la joya power pop con un genuino halo de los setenta del británico Nick Frater; sin dejarnos al dúo noruego de Kings of Convenience y su álbum delicatessen Peace or Love, y para despedirnos definitivamente, quedaría Jane Weaver, con su ensoñador y misterioso nuevo disco, Flock.
Descubre más sobre ellos aquí, y degústalos sabiendo que la popularidad no lo es todo. Descubrir y disfrutar, quizá sí, pero sólo es nuestra opinión.
¡Buena semana!

7. ⌛️ ¡Antes de que te vayas! Noticias flash
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