
El trío danés de pop electrónico publica un fascinante avance del que será su nuevo disco, a publicar el 8 de octubre.
Son uno de los proyectos más interesantes del pop europeo que combina lo electrónico con lo orgánico. A veces, como ocurre en el nuevo disco que están a punto de estrenar, recuerdan a cosas de Sigur Ros, de Bon Iver o de Depeche Mode. Todo junto. Sin que suene a incoherencia. Con naturalidad.
El trío danés que forman Mads Brauer, Rasmus Stolberg y Casper Clausen atraviesa por uno de sus periodos creativos más notables, al menos es lo que se deduce de los dos adelantos que han publicado hasta ahora de su inminente nuevo álbum. El disco se llamará Windflowers, como una flor típica de la primavera danesa.
El primer avance fue “Living Other Lives”, y ahora llega “Dragonfly”, uno delos cortes más dinámicos y bailables de todo el disco. Sobre el álbum, la banda ha anunciado que comenzó a gestarse en la primavera de 2020, justo cuando llegaba la pandemia, y el hecho de disponer de tanto tiempo para repensar el material y darle un enfoque unitario hizo que todas las canciones cobrasen fuerza, siempre apoyadas en un planteamiento que tiene mucho que ver con la comunión con la naturaleza.
De hecho, fue grabado en un estudio al sur de Copenhague, en un entorno campestre, durante las cuatro estaciones del año. Eso redunda en la idea de viaje, de trip, que tiene. De fascinante periplo de la mano de una de las colecciones de melodías más directas e inspiradas de toda su trayectoria.
Efterklang nos hablan, pues, de la importancia de no olvidarnos de lo básico, de no renunciar a nuestras raíces ni descuidar la madre naturaleza, y lo hacen con una música inspiradora, emocionante, ensoñadora.