El popularísimo cuarteto sueco regresa con dos nuevas canciones y un álbum completo a los cuarenta años de su disolución, para alegría de sus millones de fans.
Nadie se lo esperaba ya a estas alturas, pero ABBA han decidido volver. Casi cuarenta años después. Aunque solo sea a medias, porque la noticia de un nuevo álbum llega acompañada de una gira que será… virtual. Con hologramas. Sin su presencia física. Algo es algo, en cualquier caso, pensarán los millones de seguidores que tienen por todo el mundo.
En realidad, fue en 2017 cuando el cuarteto ya anunció su intención de emprender una gira como abbatares, que tuvo que ser más tarde demorada, en parte por la situación de crisis sanitaria. Pero lo más proteico son las canciones nuevas, que formarán parte del álbum ABBA:Voyage (Universal, 2021), disponible el 5 de noviembre, y de cuyo contenido acaban de estrenar dos. Esta «I Still Have Faith In You», que cuenta con un emotivo videoclip hecho a base de imágenes retrospectivas, y «Don’t Shut Me Down», algo más bailable.
Benny Anderson y Björn Ulvaeus presentaron ayer en una rueda de prensa cibernética, alegando que en un principio solo eran un par de canciones las que tenían previstas editar, pero tras hablar con las chicas, Agnetha Fältskog and Anni-Frid «Frida» Lyngstad, el entusiasmo prendió hasta decidir acometer un disco completo. El primero que publican desde The Visitors (Polar Music, 1981).
Ambos reconocieron que la química compositiva sigue ahí en pie, después de tantos años, y lo cierto es que ninguna de estas dos canciones nuevas desentona en absoluto junto al repertorio que fueron puliendo desde principios de los setenta hasta principios de los ochenta. Todo está en su sitio. La capacidad de trazar melodías impecables, la pericia para los arreglos fastuosos y el pellizco emocional que solo ellos saben imprimir a casi todo lo que tocan.
ABBA se hicieron eco ayer (con mucho sentido del humor) de esa frase hecha dentro del mundo del pop, de que no conviene dejar pasar más de cuarenta años entre un disco y el siguiente, y se han aplicado a la faena. Y lo bueno es que lo han hecho con oficio, dignidad y sin mancillar su legado. Incluso incentivando el apetito por que llegue el 5 de noviembre, cuando ya sabemos los rutinarias que suelen ser estas reuniones de viejas glorias.