
El joven productor británico publica su segundo álbum en menos de medio año, con cortes de pop electrónico tan contagiosamente bailables como este.
Lo de Fred Again.. (sí, se escribe con dos puntos suspensivos, no es un error) es una de las grandes sorpresas de este año 2021. Allá por la primavera ya nos dejó de una pieza con su primer disco, un Actual Life (April 14 – December 17 2020) que ya tenía todos los números para ser uno de los discos de pop electrónico de referencia en 2021. Y por si no teníamos bastante, acaba de llegar su secuela. Su continuación lógica, porque se llama Actual Life 2 (February 22 – October 15 2021), y repite e incluso mejora la fórmula de su debut. Ambos radiografían su vida, tal cual, desde que la pandemia irrumpió y nos confinó en casa hasta ahora mismo,
La música de Fred Gibson, que es su nombre real, recoge toda esa herencia que va desde The Streets o Craig David a Bicep, pasando por Burial, Skepta, Disclosure, The xx, James Blake o Jamie xx. Es música pensada para bailar, pero también para sentir, para pensar, para conjurar esa combinación de vitalidad y congoja, de euforia y melancolía, que siempre ha definido a gran parte de la mejor música popular de los últimos tiempos.
Es música también hecha como ensalmo escapista, como pócima ensoñadora que se revela en perfecto animal de compañía en tiempos inciertos como los que vivimos. Beats repetitivos, sincopados, al servicio de melodías preñadas de sensibilidad. Cortes concebidos para hacernos soñar. Para volar con la imaginación. Sin ninguna duda.
Y que nos llega con el aval de alguien que es, además, uno de los músicos favoritos – recientes, claro – de Brian Eno. La solidez de su fórmula, su gran poder de seducción, tiene mucho que ver con su exhaustivo conocimiento y su forma de absorber y luego destilar las mejores lecciones del r’n’b, del two step, del grime o del dubstep, sino también con su dominio de sampler y su proyección en las redes sociales.
También con la colaboración de particulares, con la grabación de notas de voz que se incorporan a sus canciones, y que les confieren esa espontaneidad, ese espíritu barrial y colectivo, que tan bien les sienta. Una de las mejores canciones de este segundo álbum es esta “Billie (Loving Arms) (23 July 2021)”. Toda una invitación al baile, con un mensaje de optimismo y esperanza tras unos tiempos duros, que se extiende al resto del disco.