El cuarteto madrileño confirma todo lo ya apuntado en su primer álbum con una rotunda continuación.
Carolina Durante es de esos grupos a quienes, cuando mejor les iba, les llegó el recorte. El tajo en sus vidas. El largo paréntesis de la pandemia. La inactividad después de semanas, meses enteros, pateándose los escenarios de toda España.
La progresión del cuarteto madrileño había sido hasta entonces imparable. Eran la salsa que condimentaba todas las ensaladas. Estaban en casi todos los grandes festivales. También en los pequeños. Y el turbopropulsor de su punk pop funcionaba a pleno rendimiento. Como un misil. Se habían convertido en unos de los grupos más fiables de nuestra escena más reciente.
Reconforta comprobar que nada de eso se ha perdido. Que todas sus propiedades se mantienen intactas. Que esa fórmula que conecta con la herencia de Los Nikis y la conecta con la generación Z, en un imaginario túnel del tiempo de casi cuarenta años de longitud, se mantiene fresca.
Basta con escuchar canciones como esta “Granja Escuela”, que hemos escogido como nuestro videoclip del día. O cualquier de las otras once que integran Cuatro chavales (Sonido Muchacho, 2022), su nuevo álbum.
Un título de disco que no puede ser más adecuado a sus constantes vitales, por cierto. Velocidad, sinceridad, honestidad y estribillos como soles. Pildorazos vitamínicos de poco más de dos minutos y medio, a veces tres. Canciones que nacen para ser cantadas a voz en grito y en grupo. Carolina Durante siguen ahí.