La banda de Nic Offer se acerca más que nunca al french touch de los mejores Daft Punk en el último adelanto de su nuevo disco, que presentan en unos días en Madrid, València y Barcelona.
No hay quien se les resista. La batidora del ritmo de los neoyorquinos !!! (Chk Chk Chk) no falla. Desde que debutaran a principios de los 2000 como unas de las puntas de lanza de aquella escena punk funk que revitalizó los sonidos de la Gran Manzana y la conectaba con lo que ocurría allí a finales de los setenta, no han dejado de evolucionar. De hecho, han mantenido su estatus con mucha más solvencia que la gran mayoría de compañeros generacionales.
Pero lo que realmente marca la diferencia son sus directos. Los más viejos del lugar recordarán aquella mítica actuación en el Primavera Sound de 2003 a altas horas de la madrugada, con su líder Nic Offer retirándose a un lado del escenario para vomitar porque la entrega de la que hace gala no admite prisioneros. Le pasó factura. Y luego continuó con el bolo. Como un campeón.
Sin llegar a esos extremos, que tampoco es necesario, la verdad, sus directos han seguido siendo poderosos, extenuantes, agotadores pero jubilosos. Lo saben todos los festivales y todas las salas que han contado con ellos en todo este tiempo. Algún pacto con el diablo ha debido hacer Nic Offer para estar así y tener ese aguante a sus 50 años.
Estarán el próximo miércoles 30 de marzo en el Teatro Eslava de Madrid, el jueves 31 en la sala Moon de València y el viernes 1 de abril en la Apolo de Barcelona. Y lo harán presentando las canciones de Let It Blue (WARP/Music As Usual, 2022), su nuevo álbum. Un disco que llega avalado por canciones como esta “Here’s What I Need To Know”, en la que recuerdan más que nunca a los grupos del french touch, al estilo de Daft Punk, por su forma de jugar con los filtros y con las intensidades de la mejor música house.
Un corte que nos habla, con cierta nostalgia (que también se transmite en su melodía), del final de una relación, pero lo hace con esperanza y ganas de vivir, tal y como esa retahíla de grandes hits para bailar con lágrimas en los ojos que ya repasamos aquí mismo hace unos meses. Esta canción perfectamente podría sumarse a ese listado. Quienes aparecen en el videoclip, por cierto, no son ellos. Por si alguien no lo sabe.