El singular cantautor asturiano desvela el primer videoclip de “Ultramonte”, su quinto álbum.
Pablo Díaz Reixa (Gijón, 1984) es uno de los talentos más singulares de nuestro pop. Un cantautor peculiar, que no participa (no lo ha hecho nunca, vaya) de los lugares comunes que se podrían asociar a ese perfil.
Se ha movido siempre Pablo Und Destruktion entre el folk, el blues o la psicodelia, tamizado a través de una textos tan inteligentes como ácidos, en los que saca todo el partido posible a nuestra desnortada y a veces incomprensible coyuntura social y política. Y su nuevo álbum, el quinto ya, no es una excepción.
Se llama Ultramonte (Humo Internacional, 2022), y es otro manual sobre cómo manejarse por el mundo valiéndose de las canciones, del arte como revulsivo, de las composiciones y las melodías como una forma de encarar la realidad y transformarla en algo que nos invite al romanticismo como un acto de rebeldía, tal y como lo define él mismo.
Pablo, que en anteriores discos ha remitido a artistas como su amigo Nacho Vegas, Nick Cave o Jacques Brel, se sirve de instrumentos tradicionales y modernos, de gaitas y sintetizadores, en otra colección de canciones heterodoxa y muy particular, entre las que destaca esta “Medalla de Oro”, cuyo videoclip ha estrenado hace apenas unas horas.
Lo estará presentando el próximo 16 de marzo, en el festival FIAS que se celebra en los Teatros Canal, en Madrid, junto con el cantautor Alberto Acinas, y luego lo acercará a la sala Wolf de Barcelona, el 9 de abril, y a la 16 Toneladas de València, el 23 del mismo mes.