El músico puertorriqueño, encumbrado como el más escuchado en el mundo en la actualidad, publica un disco más diverso de lo que (casi) nadie podía esperar.
Lo que son las cosas: justo cuando todos tenemos más que asumido que el reggaeton es, para bien o para mal, el sonido que domina el mundo, quienes han sido sus principales estandartes en la última década tienden a desmarcarse un poco. O al menos, a probar otras cosas.
Habrá miles, millones de de personas que no se molestarán en escuchar un solo disco completo de Bad Bunny, pese a ser el músico más escuchado ahora mismo en todo el planeta. Como tampoco lo harán con Rauw Alejandro o con J Balvin, por solo mencionar un par de casos más.
Pero en sus discos, al menos en los de estos tres, ya hace algún tiempo que se advierten fácilmente otros nutrientes sonoros que poco tienen que ver con estrictamente el reggaeton, y sí con un concepto global del pop que cada vez entiende menos de etiquetas y fronteras.
Ocurre eso con Un verano sin ti (Rimas Entertainment, 2022), el nuevo álbum del puertorriqueño Bad Bunny. Hasta el punto de que hay quien dice que, en su intento por abarcar mucho, aprieta poco. Que no todo lo puede solventar con la misma soltura.
De todos modos, no es ese el caso de esta “Moscow Mule”, que sí suena al Bad Bunny de siempre, y ha sido uno de los primeros avances extraídos del disco. Una canción que, como el resto del disco, ha sido sagazmente desvelada justo antes del verano, que es su temporada natural de disfrute. Obviamente.