
El dúo de Baltimore vuelve con cuatro canciones que avanzan el que posiblemente vaya a ser su álbum más ambicioso y diverso, una generosa dosis de dream pop de vuelo más libre que nunca.
Ya estamos ahí. Flotando en el espacio, de nuevo. Dejándonos mecer por sus letanías ingrávidas. Sumidos en el arrullo de sus teclados analógicos. Hipnotizados por la etérea voz de Victoria Legrand. Ratificando que Beach House no han perdido el olfato para ser los mejores en lo suyo, esa suerte de dream pop que tanto le debe a los grandísimos Cocteau Twins pero tanto han sabido afianzar también desde su propia óptica.
Hace tres años que la pareja de Baltimore no publica un disco completo. El último fue aquel 7 (Sub Pop, 2018) que terminó siendo uno de los mejores de una carrera que ta tenía cumbres como Bloom (Sub Pop, 2012) o Depression Cherry (Sub Pop, 2015). Y han querido romper ese silencio, quién sabe si por los rigores impuestos por la pandemia y el mayor tiempo doméstico disponible, con el disco más largo de toda su carrera.
Se llama Once Twice Melody y consta de cuatro partes, cuatro EPs se suman 18 canciones en total, y que irán publicándose de forma sucesiva hasta que el próximo 18 de febrero se consume la edición de los cuatro. La primera entrega se publicó ayer mismo, y aunque no cuenta con un videoclip convencional, sí tiene uno promocional de 21 minutos, con bonitas ilustraciones, que nos sirve perfectamente como video del día y como plasmación de todo lo que Alex Scally y Victoria Legrand nos avanzan. Una preciosidad.
El disco lo han grabado entre Minnesota y Los Ángeles, en sintonía con su apariencia dual, y es el primero en el que utilizan una sección de cuerda embelleciendo sus temas, a cargo del arreglista y compositor David Campbell.
Su única visita a España, de momento, está prevista para el próximo 4 de junio de 2022 en el marco del Primavera Sound de Barcelona, un festival que ya conocen bien de haber visitado en otras ediciones, en diferentes escenarios del Fórum. Desde luego, no será por material nuevo a estrenar, porque 18 canciones dan para mucho.
Y a tenor de lo escuchado, no son precisamente más de lo mismo. Hay apertura a otras texturas y a otros sostenes rítmicos, sin dejar de ser (ni mucho menos) reconocibles como Beach House.