El quinteto norteamericano reclama atención para su efectivo rock setentero, a punto de publicar su cuarto disco, producido por Dan Auerbach, de los Black Keys.
¿Podrían ser la nueva gran sensación del rock norteamericano? Quién sabe. Ceramic Animal son prácticamente unos desconocidos en nuestro país, pero su música ya lleva un tiempo ganando miles de adeptos en los EE.UU., y el runrun se ha ido acrecentando hasta esta misma semana: mañana viernes se publica Sweet Unkown (Easy Eye Sound, 2022), su cuarto álbum, y esta “Valerie” es un buen indicador de su contenido.
Se trata de una pieza de boogie rock contagioso, muy en la línea del rock de los años setenta, que prueba su destreza para revivir aquellos tiempos y traerlos hasta la actualidad. En realidad, es ese rock de estirpe setentera junto a estilos como el post punk o la psicodelia los que les acercan a otros nombres contemporáneos como The War On Drugs, Strand of Oaks o Kurt Vile.
Este cuarto trabajo lo van a publicar en Easy Eye Sound, el sello discográfico de Dan Auerbach, una de las dos mitades de los Black Keys, y la verdad es que no podía tener mejor encaje. Formados en Doylestown (Pensilvania, EE.UU.), el quinteto lo componen los hermanos Chris, Erik y Elliott Regan a la voz, guitarra, batería y teclados, junto a sus amigos de la infancia, el guitarrista Anthony Marchione y el bajista Dallas Hosey.
Antes de entrar en contacto con Auerbach, Ceramic Animal se habían auto producido y auto editado sus tres anteriores trabajos. Auerbach se implicó esta vez con ellos en tareas de producción y también composición, con la colaboración de músicos tan experimentados como Pat McLaughlin, Angelo Petraglia o Desmond Child, en un estudio de Nashville, y a tenor de los dos adelantos que han publicado hasta ahora, lo cierto es que se nota. Y de qué manera.