Jeanette, Cecilia o Fiona Apple se citan entre las influencias de esta joven debutante, que vive entre Barcelona y Madrid.
Hay cantera. Y tanto que la hay. Desde el bedroom pop, o desde el pop con cualquier sufijo o prefijo que queramos añadirle. No pasa un mes sin que tengamos noticias de músicos extremadamente jóvenes que difunden sus primeras canciones, con un talento, un desparpajo y una falta de prejuicios más que palpables.
Laura Katze es el último diamante en bruto que hemos descubierto, gracias a Ground Control. Hay que estar un poco duro/a de oído para no captar la influencia de Jeanette o Cecilia en esta “Un ritual”, que es lo primero que se sabe de ella. Esa languidez, esa delicadeza, esa engañosa candidez. Están ahí.
Y también más influjos, claro. Fiona Apple o Julieta Venegas son algunos de los nombres que menciona su nota de prensa para trazar paralelismos. ¿Demasiado nombre para tan poco trayecto? Quizá, pero toda coordenada es buena si sirve para situarnos ante un talento en ciernes, aún por eclosionar.
Ella vive entre Barcelona y Madrid, y esa especie de puente aéreo mental también condiciona su propuesta. Así lo explica: “Es una canción hecha en mi habitación de Barcelona, en primavera, con el único objetivo de intentar sacar algo de provecho del desquicie extremo que me provocaba un chico que me estaba mareando un montón. Decidí que vale, que él tenía una vida entretenida y exitosa de persona funcional y yo no… pero yo soy capaz de hacer canciones y rituales sola en mi casa y pasármelo genial. La escribí y la produje toda yo sola porque tenía muy claro cómo quería que sonara: tenía que poder bailarla tambaleándome y fingiendo ser una cantante de pop antigua”.
Pues lo ha explicado muy bien, ¿no?