
La banda granadina Lori Meyers vuelve, cuatro años después de su último disco, con “Punk”, una canción enérgica y un clip ácido sobre nuestra realidad.
Se celebran las octavas elecciones generales en ocho años. Uno de los principales candidatos acusa a su oponente de un escándalo sexual. Acaban su debate televisivo, literalmente, a hostias. La audiencia lo celebra. Cunden las apuestas por ver quién machaca a quién.
Mientras tanto, una artista plástica trata de borrar todo rastro del pasado a brochazos. Un trapero que da muy mal rollo incita a sus fans a emularle y rajarse los brazos. Y un músico poco dotado revienta con furia su guitarra y su batería. Porque “sobran mil mil cantantes que viven de su imagen, si hacen mierda o lo hacen guay, eso no le importa a nadie”. ¿Cualquier tiempo pasado es mejor?
Todo eso aparece (y se dice o se canta) en el impactante, perspicaz y ácido nuevo videoclip de Lori Meyers. Ilustra una canción fibrosa y pegadiza, como hacía mucho tiempo que no facturaban, que parece ironizar con la sensación de nostalgia de los más puretas por un tiempo que ya no volverá, y con el ansia de las nuevas generaciones por romper con todo y empezar de nuevo, aunque a veces pueda ser sin tener unos mimbres creativos sólidos.
Tal y como hicieron sus paisanos Los Planetas hace 25 años, se han apropiado de la palabra “Punk”, ese vocablo tan prostituido por la industria, para hacer una agria disección de los convulsos tiempos que vivimos.
El video, dirigido por J. LLamas, podría haber parecido una delirante distopía hace un par de años. Ahora, no lo parece tanto.
Lo que está claro es que “Punk” se perfila como un punto y aparte en la carrera de la banda de Loja. Se distancia del sonido, del tempo y de la temática de sus últimas entregas.
Aunque la elección del productor para el álbum en el que estará inmersa, James Bagshaw, de Temples, sí insinúe que pueda haber cierto continuismo con su último trabajo de canciones nuevas, hace ya cuatro años.
Habrá que ver por dónde tiran. Porque son un grupo muy dado a los bandazos. Y no todos bien resueltos. De momento, el single es vitamínico. De lo más directo y enérgico que se les ha escuchado en mucho tiempo. Y el videoclip, francamente bueno.