La veterana banda norteamericana sigue mostrando un excelente y audaz estado de forma, cuatro décadas después de su impresionante debut.
Podrían ser una vejestorios achacosos y acomodados, pero The Dream Syndicate siguen rockeando con la potencia de unos veinteañeros, tramando atmósferas psicodélicas con más hondura que las de Tame Impala y marcándose unas improvisaciones con olor a free jazz que ya quisieran para sí cualquiera de los integrantes de ese nuevo jazz británico que está impresionando a media Europa.
El cuarteto norteamericano sigue hambriento, experimentando, probando cosas, llevando los límites del rock un poco más lejos con cada uno de sus nuevos discos, demostrando que su ansia por desafiarse a sí mismo y al oyente son mayores que más grandes que muchas de esas nuevas tendencias que a veces nos venden como si fueran el colmo de la vanguardia.
Lo demostraron ya con el apabullante The Universe Inside (2020), un maravilloso y fascinante trip psicodélico que nos iluminó durante aquella primavera del primer confinamiento, ilustrando con su sonido aquellas visiones distópicas que nunca creeríamos que viviríamos hasta que se hicieron realidad, y se erigió en uno de los mejores trabajos del año, como ya destacamos aquí en Mússica.
Ahora parecen en condiciones de volverlo a hacer con Ultraviolet Battle Hymns and True Confessions (Fire/Popstock!, 2022), su próximo disco, que publicarán el 10 de junio.
Esta “Where I’ll Stand” es su primer avance, y les muestra tan en forma como en los últimos tiempos. Tan en forma, de hecho, como cuando publicaron The Days Of Wine and Roses (Slash, 1982), aquel mítico debut que fue piedra angular del Nuevo Rock Americano y del sonido Paisley Underground durante los años ochenta.
Ahora solo falta que anuncien nuevas fechas por España, porque plazas como Barcelona, València o Madrid son de las que suelen visitar con asiduidad y excelentes prestaciones.