La artista mexicana, que arranca esta semana su nueva gira europea, presenta “Milagro y desastre”, su desconcertante nuevo single.

Acostumbrados a escucharla abrigada por su cuatro venezolano o su guitarra, los últimos singles que está presentando Silvana Estrada están desconcertándonos para bien, y demostrando por qué es uno de los talentos más impredecibles e inabarcables de la nueva canción latinoamericana.
Así lo demostró hace unas semanas, cuando se atrevía a versionar “Tom’s Diner”, un clásico de Suzanne Vega popularizado en una versión electrónica de DNA, pero que la artista mexicana decidió acogerse a la versión original de Vega: absolutamente desnuda y cruda, a capella, jugando con armonías vocales, como Silvana decidió hacer al arroparse de las voces de Laura Itandehui y Eugénie Jobin .
Ahora vuelve a sorprender con “Milagro y desastre”, su nuevo sencillo, en donde la xalapeña está acompañada por un piano que se mueve sinuoso por ese confesionario abierto que es la voz de Silvana Estrada, que mueve de sitio la sonoridad a madera a la que nos tiene acostumbrados para colocarse del lado de las teclas.
La propia Silvana ha explicado que en esta canción ha querido reivindicar todas las caras del amor; incluso del amor que duele cuando acaba. En este sentido, asegura que piensa que la relación milagro y desastre es pendular y el movimiento de la vida siempre va de un extremo a otro: «Ahí está su magia y la magia del tiempo».
Especial protagonismo tienen los arreglos de cuerdas, que llevan a una dimensión orquestal y sinfónica una canción desnuda, cruda y frontal: un movimiento que convierte “Milagro y Desastre” en una pieza cuasi cinematográfica, de una magnitud inconmensurable; a lo que se le añade la textura del landó peruano como percusión hacia el final de la canción.
La canción se presenta justo la semana en la que Silvana Estrada inicia un maratoniano tour por el continente europeo que arrancó el pasado jueves 25 de mayo en Portugal y que la llevará por países como Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Bélgica, Francia y España hasta finales del mes de julio.