¡Mússica!
  • Tienda
  • Playlist
  • Discos
  • Cultura
  • Gen Z
  • Firmas
    • Carlos Pérez de Ziriza
    • Pucho
    • Abraham Boba
    • Xacobe Pato
    • Ricardo Lezón
    • Pablo de Haro
    • Arantxa Iranzo
  • Entrevistas
  • Contacto
Sin resultados
Ver todos los resultados

No hay productos en el carrito.

¡Mússica!
  • Tienda
  • Playlist
  • Discos
  • Cultura
  • Gen Z
  • Firmas
    • Carlos Pérez de Ziriza
    • Pucho
    • Abraham Boba
    • Xacobe Pato
    • Ricardo Lezón
    • Pablo de Haro
    • Arantxa Iranzo
  • Entrevistas
  • Contacto
Sin resultados
Ver todos los resultados
¡Mússica!
Sin resultados
Ver todos los resultados

Adiós al primer crítico indomable, Oriol Llopis

Redacción
29 de abril de 2021
Cultura, Lifestyle, Rock
75
REDES
1.2k
LECTURAS
FacebookTwitterWhatsApp
Oriol Llopis, fotografiado hace unos años en Sevilla, la ciudad en la que vivió sus últimos años, por Cristina Quickler.

La muerte de Oriol Llopis nos sirve para recordar una forma de entender el periodismo musical ya en vías de disolución.

Hay dos características singulares que ostentaba la escritura de Oriol Llopis (Barcelona, 1955), y que posiblemente ya nunca vuelvan. Una, que él mismo era uno más de los protagonistas de sus propios textos, un personaje en toda regla. Al carajo la objetividad. Eso ni se contemplaba. La otra, que sus críticas eran fidedignas, a veces tan ácidas que podían rozar la crueldad, pero solo obedecían a su propio instinto.

De esas dos notas, hay una que posiblemente haya perdido sentido hoy en día: en tiempos en los que cualquiera puede abrirse un blog o una de las muchas redes sociales con las que compartir su vida con el resto de la humanidad, se antoja ya innecesario que nos creemos un personaje a la medida de nuestra imaginación. Salvo que nos queramos dedicar a la literatura, claro. Un empeño que, en el caso de Llopis, siempre flotó en el ambiente pero no llegó a concretar.

El periodismo musical ha ido perdiendo algo que los pioneros artículos de Oriol Llopis tenían: mordacidad, capacidad crítica, acidez.

La otra traza de su escritura sí que es mucho más reivindicable: ser implacable en la crítica. Sin necesidad de ofender a nadie. El periodismo musical ha perdido mordacidad, capacidad para cuestionar, inclinación por diseccionar la realidad a través de canciones y discos que muchos se empeñan en elevar – sin argumentos de peso – a la categoría de obras maestras. Su rollo era el rock, hasta sus últimas consecuencias.

+Contenidos

Viva el día de la independencia individual

6 de julio de 2022

George Best, la carrera sin frenos del quinto beatle

6 de julio de 2022

“Rock Bottom Riser”, de Smog: piedras que flotan

4 de julio de 2022

Adiós, junio

30 de junio de 2022

De un tiempo a esta parte, apenas se escribe solo sobre lo que nos gusta, a beneficio de inventario, a veces (incluso) con la único intención de complacer al músico de turno. Y la reincidencia en esos vicios es el peor favor que la profesión puede hacerse a sí misma.

El jueves pasado el veterano periodista musical Oriol Llopis se quitaba la vida a los 65 años, lo que nos obligaba a decir adiós a uno de los pioneros de la crítica española. Un tipo que bebía del periodismo gonzo de Hunter S. Thompson, de quien bebió (a su vez) Lester Bangs, y que se dio a conocer en las páginas de cabeceras históricas como Star, Vibraciones, Disco Exprés o Ruta 66, también escribiendo algunos guiones para el programa La edad de oro, emitido en la segunda cadena de TVE entre 1983 y 1985.

Portadas de los dos libros publicados por Oriol Llopis.

Su estilo era coloquial, directo, descarnado, y se concretó también en un par de libros, fácilmente adquiribles todavía por correo e incluso en alguna librería: La magnitud del desastre. Memorias de un rock critic poco fiable (66 RPM), publicado en 2012, y Escritos poco fiables. Recopilación de artículos sobre el rock and roll (1974-2014), autoeditado en 2014. Ambos son una buena puerta de entrada a su forma de entender el periodismo rock.

Una de sus bandas favoritas, aparte de sus reverenciados Flamin’ Groovies o Blue Oyster Cult, eran los holandeses Golden Earring, a quienes nunca dejó de reivindicar a lo largo de su intermitente carrera. Un puñado de músicos, como el propio Llopis, mucho más influyentes que célebres. Su “Radar Love” fue versionado por U2, R.E.M., Def Leppard o Carlos Santana. Que sirva para recordarle.

Relacionado

Artículos relacionados

Cultura

Viva el día de la independencia individual

6 de julio de 2022
Cultura

George Best, la carrera sin frenos del quinto beatle

6 de julio de 2022
Escrito al oído

“Rock Bottom Riser”, de Smog: piedras que flotan

4 de julio de 2022
Cultura

Adiós, junio

30 de junio de 2022
  • Tienda
  • Playlist
  • Discos
  • Cultura
  • Gen Z
  • Firmas
    • Carlos Pérez de Ziriza
    • Pucho
    • Abraham Boba
    • Xacobe Pato
    • Ricardo Lezón
    • Pablo de Haro
    • Arantxa Iranzo
  • Entrevistas
  • Contacto

¡Hola de nuevo!

Entra en tu cuenta aquí abajo

¿Olvidaste tu contraseña?

Crear nueva cuenta

Completa estos campos para registrarte

Todos los campos son obligatorios Entrar

Recuperar tu contraseña

Por favor, introduce tu usuario o correo para resetear tu contraseña.

Entrar
Gestionar el consentimiento de las cookies
Para ofrecer las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. El consentimiento de estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o las identificaciones únicas en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.
Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos. El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu Proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}