¿Podrá la inteligencia artificial crear canciones con la misma capacidad que una mente humana, sin esa experiencia previa que a todos nos ha traído de cabeza alguna vez en la vida? Mientras tanto, podemos seguir derramando alguna que otra lagrimita con canciones sencillas y bonitas como esta de Pascal Comelade y PJ Harvey.
Esta semana pasada se ha celebrado esa fecha que los avispados comerciales eligieron por alguna razón como el día de los enamorados. Algo que claramente carece de sentido, no hay sentimiento humano más poderoso que el amor (y su antítesis), así que debería ser objeto de celebración durante todos los días del año. Además, no se me ocurre peor forma de celebrarlo que vincularlo al consumo, el amor debería ser siempre lo opuesto a cualquier transacción comercial. Tampoco debería asociarse a la imagen de un angelito rubio y rechoncho disparando una flecha, ni siquiera a un corazón. El amor es un misterio y, como tal, su representación sería algo completamente abstracto. Pero eso no vende, claro.
No hay tema más explotado que este en la historia de las canciones. Más o menos enrevesado, más o menos luminoso, el amor como fuente de inspiración ha llenado millones de páginas en la escritura de versos cantados. Todas las parejas tienen «su canción», aquella que les recuerda el momento en que se conocieron, la que parece que cuenta su propia historia, aquella que tras una ruptura ya nunca pueden volver a escuchar sin derramar un río de lágrimas.
Aunque cada vez más las fronteras entre música comercial e independiente se están desdibujando (cosa de la que me alegro), siempre he tenido la impresión de que las canciones de radiofórmula tienden a tratar lo romántico en sus momentos álgidos, mientras que en la música independiente el tema se centra más en el ocaso, en el fin del amor. Y este es el caso de la canción de la que hoy voy a hablar, «Love Too Soon», una balada que compuso Pascal Comelade al alimón con PJ Harvey en el año 1998.
«Siempre he tenido la impresión de que las canciones de radiofórmula tienden a tratar lo romántico en sus momentos álgidos, mientras que en la música independiente el tema se centra más en el ocaso, en el fin del amor».
Comelade es un músico atípico, un personaje esquivo y huraño nacido en Francia y muy vinculado a la escena catalana desde mediados de los años setenta. Su discografía es inabarcable y sus composiciones (casi siempre instrumentales) son una mezcla de banda sonora con música de juguete, siempre tratada desde una perspectiva rock tan fuera de lo común como su propio autor. Merecería un artículo aparte hablar de su trayectoria musical, así que vamos a dejarlo aquí, en estos breves apuntes, para continuar con lo que nos interesa, que es la canción en sí.
En cuanto a PJ Harvey, creo que sobran referencias para saber que es una de las estrellas de la canción anglosajona de las últimas tres décadas, de la que me declaro fan acérrimo. «Love Too Soon» es una de esas canciones del daño, en la que la melodía, la letra y la instrumentación elegida crean un ambiente perfectamente diseñado para llorar tras una ruptura sentimental. Una canción que acompaña a quien la escucha en esa sensación de pérdida, en esa especie de acto sadomasoquista por el que todos hemos pasado alguna vez que consiste en escuchar canciones tristes cuando parece que no puedes estar más triste y que, probablemente, sirvió a quien la compuso para exorcizar sus penas.
En los primeros compases suena uno de los instrumentos característicos en las composiciones de Pascal, un piano de juguete, a medio camino entre una celesta y un xilófono. Se escucha también un órgano de fondo y un contrabajo, arropando la voz de Polly-Jean. «He amado /en mi vida / como una niña / he llorado a menudo / el amor se desvanece / demasiado pronto”. Solo con estos cinco primeros versos queda claro de qué va la canción. La forma de cantar y de estirar las palabras de PJ hace que resulte inevitable emocionarse a poco que se tenga un mínimo de sensibilidad.
En el estribillo se unen un acordeón y un saxo sopranino, además de un piano (este sí con todo su peso) que toca el propio Pascal. Otra de las características de su música es el uso de instrumentos de viento poco convencionales. Dentro de su Bel Canto Orquesta, una formación por la que han ido pasando músicos de todo tipo, es habitual encontrar ya no instrumentos de juguete, si no juguetes o cualquier tipo de objeto cotidiano usados como instrumentos.
En esto se lleva la palma el músico Pep Pascual (que no participa en esta canción), experto en hacer melodías con todo aquello que implique soplar, desde un globo a una simple pajita. Aquí, un ejemplo.
«Love Too Soon» está construida con una estructura cíclica de cinco estrofas y cinco estribillos, algo que puede resultar en apariencia monótono, pero que se convierte en dinámico y fluido cuando una experta en la composición de canciones como PJ Harvey está presente. Cada estribillo está cantado de forma diferente y algunas palabras cambian, sin dejar que el mantra que da título al tema se diluya o pierda sentido por ello.
Me pasa algo curioso cuando escucho cantar a PJ. Hay veces que estoy esperando a que llegue una parte concreta de la canción en la que utiliza alguna inflexión que tan solo se escucha en una palabra, durante unos segundos. En este tema sucede concretamente en el momento en que entona la palabra «pieces», dentro de estos versos, manidos pero no por ello hermosos: «Este crimen terrible / rompe mi corazón / en pedazos». Otra de las herramientas que utiliza PJ para romper ese carácter cíclico y repetitivo es recitar la última estrofa en lugar de cantarla.
«Me pasa algo curioso cuando escucho cantar a PJ. Hay veces que estoy esperando a que llegue una parte concreta de la canción en la que utiliza alguna inflexión que tan solo se escucha en una palabra, durante unos segundos».
Además, en gran parte de los poco más de cuatro minutos que dura, Harvey dobla su voz en un registro más grave, creando una armonía bella y melodramática que le permite ir jugando con la melodía principal. Trucos de una maestra. No hay registro en directo ni videoclip oficial de «Love Too Soon». Lo que sí se puede encontrar en la red en este caso es el mediometraje que el director de cine Hal Hartley creó en el mismo año en el que se publicó la canción, que aparece en los títulos de crédito.
Cine experimental con esa pátina indie de los noventa, en el que Hartley utiliza las técnicas de distorsión impresionista que él mismo desarrolló durante esa década. La película, que coprotagoniza la propia PJ Harvey, cuenta la venida de Jesucristo al mundo (a Nueva York, cómo no) para que comience el apocalipsis en el último día del siglo. Una paranoia que quien viviese en esa época recordará, cuando se creía que el caos se apoderaría de la tierra, los ordenadores dejarían de funcionar y todas las catástrofes posibles acontecerían por un simple cambio en los registros occidentales del tiempo, como si las calamidades estuviesen planificadas en un calendario. Qué ingenuos.
He tenido la oportunidad de ver a Pascal Comelade varias veces en directo, siempre con formaciones distintas. En una de ellas dos de los integrantes de su banda eran dos grandes amigos míos, los Cabo San Roque. Si nunca os habéis acercado a su obra (y digo obra porque no solo hacen música), que sirva este artículo para que busquéis información suya y os adentréis en su mundo, tan personal como alucinante.
Os puedo asegurar que os quedaréis un buen rato con la boca abierta. A PJ también la he visto varias veces en concierto y solo puedo decir que cada vez ha sido mejor que la anterior a lo largo de los años. Y eso solo está al alcance de las más grandes. Dentro del libreto de L´argot du bruit (1998), el disco en el que está incluida esta canción, Pascal da rienda suelta a otra de sus facetas artísticas, la plástica. Tan peculiar como su música, aquí podemos encontrar desde un retrato de PJ hasta una representación de La Sagrada Familia hecha con corchos y clavos.
Comelade unió fuerzas hace algunos años en una gira con el dibujante Max, un espectáculo en el que éste iba ilustrando gráficamente la música de la Bel Canto Orquesta a medida que se desarrollaba el concierto. Pude verlo en Madrid y aquí tenéis un recuerdo de aquel día.
A buen seguro no será esta la última canción de (des)amor que aparezca en esta sección. Siempre me ha interesado estudiar las diferentes formas que existen al abordar este temática dependiendo de quién se acerque a ella. Love too soon es un ejemplo de cómo, a veces, no es necesario darle demasiadas vueltas a una idea para transmitir un sentimiento que cree empatía y emoción en la persona que escucha.
Ahora que está sobre la mesa el debate de si una inteligencia artificial será capaz de crear canciones con la misma capacidad que una mente humana, cabe preguntarse si podrá hacerlo sin pasar por esa experiencia previa que a todos nos ha traído de cabeza más de una vez a lo largo de nuestras vidas. Mientras tanto podemos seguir derramando alguna que otra lagrimita con canciones sencillas y bonitas como esta.