¡Mússica!
  • Tienda
  • Playlist
  • Discos
  • Cultura
  • Gen Z
  • Firmas
    • Carlos Pérez de Ziriza
    • Pucho
    • Abraham Boba
    • Xacobe Pato
    • Ricardo Lezón
    • Pablo de Haro
    • Arantxa Iranzo
  • Entrevistas
  • Contacto
Sin resultados
Ver todos los resultados

No hay productos en el carrito.

¡Mússica!
  • Tienda
  • Playlist
  • Discos
  • Cultura
  • Gen Z
  • Firmas
    • Carlos Pérez de Ziriza
    • Pucho
    • Abraham Boba
    • Xacobe Pato
    • Ricardo Lezón
    • Pablo de Haro
    • Arantxa Iranzo
  • Entrevistas
  • Contacto
Sin resultados
Ver todos los resultados
¡Mússica!
Sin resultados
Ver todos los resultados

La historia del logo que vendió millones de camisetas

Redacción
11 de agosto de 2021
Cultura
630
REDES
10.5k
LECTURAS
FacebookTwitterWhatsApp

El emblema presidencial que Arturo Vega adaptó para Ramones en 1976 ha llegado a vender muchísimas más camisetas que discos en las últimas cuatro décadas.

Algunas bandas de rock han llegado a vender muchas más camisetas que discos. A veces, ha pasado incluso después de muertos. De muertos como entidad creativa y también como personas de carne y hueso. Si hubieran llegado a vivir para verlo, sus cuentas corrientes lo hubieran agradecido, sin duda. Y también su ego, que se hubiera hinchado solo con comprobar el legado que han dejado. Pero algunos de esos grupos, como es el caso de Joy Division o de Ramones, los protagonistas de este artículo, no tuvieron esa suerte.

Es paradójico que unos músicos que siempre fueron outsiders en términos comerciales, sumidos en esa incómoda categoría de banda de culto que llena algunos recintos en Europa mientras pasa desapercibida en las listas de éxitos de su propio país, EE.UU., y que siempre registró ventas por debajo de lo esperado por su propia discográfica, haya acabado convertida en mera excusa para uno de los logotipos más rentables en términos de moda.

Millones de personas lucen su estampa en camisetas sin siquiera tener ni idea de quiénes fueron esos cuatro nombres: Johnny, Joey, Tommy y Dee Dee, los cuatro ya fallecidos hace años. Las llevan celebridades y famosos de medio pelo. Currelas y empresarios. Futbolistas y presentadores de televisión. Tu vecina del quinto o el tendero de la esquina. Quizá hasta te sorprendas un día viéndosela a tu abuela. Todo es posible.

+Contenidos

Viva el día de la independencia individual

6 de julio de 2022

George Best, la carrera sin frenos del quinto beatle

6 de julio de 2022

“Rock Bottom Riser”, de Smog: piedras que flotan

4 de julio de 2022

Adiós, junio

30 de junio de 2022

Britney Spears o One Direction las lucen. H & M o Zara, entre muchas otras marcas, las venden. Para espanto de cientos, quizá de miles de fans originales que seguían al cuarteto neoyorquino desde finales de los años setenta y sienten como si un símbolo de sus vidas hubiera sido profanado por el inmisericorde capitalismo, y también para gozo de quienes visten esa adaptación del logo presidencial norteamericano sin ninguna necesidad de conocer los discos y canciones de Ramones.

Tan solo porque ven en ese círculo del águila, las estrellas y las flechas un emblema de lo más cool. En cualquier caso, nadie podía pensar hace cuarenta años que el punk acabaría derivando en esto. En otra revolución cultural plenamente fagocitada por el sistema.

Para todas las edades y géneros, desde tatuajes a todo tipo de prendas, es la funcionalidad del logo ramoniano: a la izquierda su inventor, Arturo Vega.

La mente que alumbró tan icónico emblema fue la del diseñador gráfico Arturo Vega (1947 –2013), de origen mexicano, a quien siempre se le consideró algo así como el quinto Ramone. Él mismo explicó cómo, en un viaje a Washington, se le ocurrió: “Yo les veía como la última gran banda americana, reflejaban para mí ese carácter, también un infantil e inocente sentido de la agresión, y por eso pensé que el gran logo presidencial de los EE.UU. sería perfecto, con el águila simbolizando la fuerza y la agresividad ante cualquier ataque, cambiando la rama de olivo -símbolo de la amistad- por la rama de un manzano -ya que Ramones eran tan americanos como el apple pie– y haciendo que el águila sostuviera un bate de béisbol, ya que Johnny era un fanático de ese deporte”. De hecho, “Beat on the Brat” (“with a baseball bat”, especificaban) fue una de sus primeras dianas melódicas.

El trabajo gráfico se redondeó cambiando la frase “Look Out Below” por la de “Hey Ho, Let’s Go”, el grito de guerra de su primer single, “Blitzkrieg Bop”. El logo fue plasmado en el primer álbum del grupo, aquel Ramones (Sire, 1976). Y así es cómo nació, hace nada menos que 45 años, el que es posiblemente el logotipo rock más popular de la historia del rock. Cuando Arturo Vega les dijo a los músicos que lo imprimiría en camisetas para vender en sus conciertos, estos pensaron que nadie estaría interesado en comprarlas. No podían estar más equivocados. Hasta el día de hoy.

El superviviente Marky Ramone también vio su nombre escrito en el logo, pero tras la muerte de los cuatro miembros originales decidió que lo eliminaran para espantar el mal fario.

Se suele decir que cuando un logo trasciende su sentido original para convertirse en un icono popular, es que es un buen logo. Más que eso, un extraordinario logo. “Puede que muchos de los chavales que lo lucen en sus camisetas no hayan escuchado a los Ramones en su vida, supongo que si tienes su camiseta puede que la curiosidad te lleve a descubrirlos, en cualquier caso es un fenómeno extraño”, dijo una vez Marky Ramone, el único de los Ramones célebres aún vivo: suplió a Tommy a la batería en 1978, y ninguno de los cuatro nombres de la formación original, la del logo, vive ya. El nombre de Marky llegó a figurar en el logo durante un tiempo, pero tras la muerte sucesiva de los cuatro miembros originales, decidió que se eliminara, por superstición. No quería verse ahí, no fuera a ocurrirle lo mismo. Lagarto, lagarto.

Arturo Vega estuvo manejando durante años las licencias para utilizar el logo desde su loft en Manhattan, desde la disolución de la banda en 1996 hasta sus últimos días. Recibía hasta diez peticiones semanales de marcas que querían emplearlo en alguno de sus productos. En camisetas, pero también en almohadas, vasos y zapatillas. A lo que siempre se negó es a cederlo para ropa para mascotas, sombreros de cowboy o pantalones vaqueros de alta costura, que no tuvieran nada que ver con los jeans raídos y de pitillo que lucían Ramones en las fotografías. Su marketing podía generar pingües beneficios, pero también tenía sus límites.

Relacionado

Artículos relacionados

Cultura

Viva el día de la independencia individual

6 de julio de 2022
Cultura

George Best, la carrera sin frenos del quinto beatle

6 de julio de 2022
Escrito al oído

“Rock Bottom Riser”, de Smog: piedras que flotan

4 de julio de 2022
Cultura

Adiós, junio

30 de junio de 2022
  • Tienda
  • Playlist
  • Discos
  • Cultura
  • Gen Z
  • Firmas
    • Carlos Pérez de Ziriza
    • Pucho
    • Abraham Boba
    • Xacobe Pato
    • Ricardo Lezón
    • Pablo de Haro
    • Arantxa Iranzo
  • Entrevistas
  • Contacto

¡Hola de nuevo!

Entra en tu cuenta aquí abajo

¿Olvidaste tu contraseña?

Crear nueva cuenta

Completa estos campos para registrarte

Todos los campos son obligatorios Entrar

Recuperar tu contraseña

Por favor, introduce tu usuario o correo para resetear tu contraseña.

Entrar
Gestionar el consentimiento de las cookies
Para ofrecer las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. El consentimiento de estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o las identificaciones únicas en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.
Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos. El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu Proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}