El murciano es quizá uno de los cantautores más incomprendidos, y a su vez geniales, que tenemos en nuestro país.
Así es. De hecho, uno de los mayores hits de Marcelo García (Murcia, 1997), «Perdona (Ahora sí que sí)», saltó a la fama cuando Amaia, de Operación Triunfo, y Carolina Durante lo versionaron. Está claro que escribiendo Marcelo es un titán al al que nadie hace sombra, dotando a sus letras de un estilo único e irrepetible.
Embarcándonos por la aún reciente pero fructífera discografía de Marcelo Criminal podemos encontrar tres álbumes, Momento de auténtica realidad (Sonido Muchacho, 2020), Repentino brote de añoranza y amor (Sonido Muchacho, 2019) y (Acepta su cruz) (Fikasound, 2017).
Este último contiene el hit «Solán de Cabras», donde Marcelo relata un idilio de amor, entre satírico y brutalmente sincero, con el consumo de agua. Puede parecer extraño, pero la originalidad está servida. Su ingenio y nada más que un sintetizador harán el resto.
«Marcelo es un titán al al que nadie hace sombra, que dota a sus letras de un estilo único e irrepetible».
«Borracho y loco», incluida en su álbum más reciente, es otro tema al que conviene prestar mucha atención: puede resultar irónico, ya que confronta totalmente con la idea original del antes mencionado «Solán de Cabras», pero nada mas lejos de la realidad.
Esta última relata situaciones rocambolescas y graciosas, de lo más mundanas, solo que con ese puntito de total elegancia por la que siempre destaca Marcelo.
Puede recordar a ese Daniel Johnston poético en su era dorada, combinado con un sonido indie pop español del más alto nivel. Al escucharlo te das cuenta de que destaca por su inteligente delicadeza a la hora de componer canciones que son un viaje por una mente inquieta, a la par que cercana. Es fácil empatizar con Marcelo ya que sus canciones son como microrrelatos que tratan sobre temas cotidianos, desenfadados y sensibles.
No podemos pasar por alto que verlo en directo y disfrutar de su presencia de tu a tu es una suculenta delicia. Recuerdo verlo por primera vez en el Centre del Carme Cultura Contemporània, en València. La promotora Cero en Conducta había organizado un concierto en el patio, donde además cantaban esa noche el también genial grupo murciano Perdón y la excelente Cabiria.
«Es fácil empatizar con Marcelo, ya que sus canciones son como microrrelatos que tratan sobre temas cotidianos, desenfadados y sensibles».
El ambiente era precioso, unas luces violetas iluminaban una de las torres del antiguo monasterio y justo abajo estaba el escenario. Allí estaba él, solo con un micro y su guitarra. Tenía al público embobado, incluido a mí. La energía que desprendía era simplemente magnífica. Pude sentir todo el potencial de su obra a flor de piel. Y afirmo que, después de verlo una vez en directo, repetiría mil veces.
Es sin ningún atisbo de duda un artista alternativo muy a tener en cuenta dentro del panorama musical indie español. Un poeta, dramaturgo o cantante, no sé muy bien como describir con palabras a Marcelo, pero la más parecida podría ser GENIAL.