Los tres artistas catalanes se alían para poner música a un poema de Maria Antònia Salvà, en la primera de las tres canciones que se anuncian tras la buena acogida del segundo disco de Andreu.
Anna Andreu publicó uno de los mejores discos estatales del año pasado. Minimalista, delicado y perspicaz, La mida (2022) fue un trabajo que nos atrapó al instante, y por eso charlamos con ella en una interesante entrevista que pudisteis leer aquí. Era el segundo álbum de la artista catalana, tras Els mals costums (2020), y la confirmación de la ex componente de Cálido Home como una figura a tener muy en cuenta entre las que reformulan el folk y la canción de autor desde diferentes rincones de nuestra geografía.
Pues bien, a falta aún de un nuevo disco, Anna Andreu publica “Quietud”, una excelente composición grabada no solo junto a la percusionista Marina Arrufat, quien es su compañera habitual en discos y en vivo, sino también junto a otros dos nombres imprescindibles de la más reciente escena catalana, como son la pareja que forman Rita Payés y Pol Batlle, quienes también desvelaron dos sobresalientes discos el año pasado.
Anna Andreu ha pasado parte del año pasado recorriendo kilómetros presentando las canciones de lo que fue La mida, en una gira que la llevó por gran parte de la península (Aragón, Euskadi, Galicia, Asturias, Baleares, País Valencià, Catalunya o Andalucía), pero también por Hungría y República Checa. Y durante todo este tiempo no ha dejado de componer canciones, que están empezando a nutrir lo que será su tercer disco. Pequeñas semillas ya plantadas.
Entre ellas está esta, la primera de tres canciones que acumulan la riqueza de todo lo que ha vivido en los últimos tiempos, y que saldrán a lo largo de este 2023. Sin hilo conductor premeditado, estas canciones, según informa su discográfica, tienen en común que son compartidas con diferentes personas que Anna Andreu y Marina Arrufat tienen cerca, algunas desde siempre y otras desde hace menos. Pero todas ellas muy queridas.
Es “Quietud”, la primera, es una adaptación de una poesía de Maria Antònia Salvà que Anna Andreu ha musicado y convertido en una oda cruda y dolorosa, acompañada por las voces de Pol Batlle y Rita Payés, un antiguo amigo y un nuevo hallazgo. El videoclip que la acompaña ha sido realizado por Jordi Martínez, y quiere dirigir la mirada del espectador hacia la multitud de equilibrios imposibles sumergidos dentro de la inercia de un día en el estudio.
La canción también sirve para anunciar un reencuentro de todas las personas que han formado parte del universo creativo de Anna Andreu en los últimos meses, que se reencontrarán el 19 de Octubre en la Sala Apolo de Barcelona, en un concierto incluido en la programación de Curtcircuit.
Foto: Noemí Elías.