El músico de Elche publica un nuevo video extraído de su magistral Amor, Música & Lágrimas, que no puede ser más acorde con los días de verano que vivimos.
Elche no es California. Su palmeral no es tampoco Copacabana. Y sus playas tampoco son las mismas a las que cantaran los Beach Boys en sus años dorados. Pero nadie lo diría si escuchamos a Nacho Casado.
El músico ilicitano tiene la virtud de trasladarnos a ese paisaje mental, gracias a la forma en la que ha ido filtrando los principios activos del folk, la bossa nova, el jazz y hasta de ciertos modismos de la mejor música soul.
Su último disco, el segundo que publica a su nombre tras aquella aventura truncada que fue La Familia del Árbol (junto a su mujer, Pilar Guillén) fue el sensacional Amor, Música & Lágrimas (Hidden Track, 2020), uno de los mejores que se editaron durante todo el año pasado en nuestro país.
Un auténtico prodigio de clase, elegancia y sensibilidad, con un sonido y unas letras tremendamente cuidadas, con el que Nacho Casado demostraba a gritos merecer una repercusión mayor de la que ha obtenido hasta ahora, casi siempre reducida a un ámbito minoritario. Cuánta gente disfrutaría de su música si tan solo se diera el lujo de concederle unos minutos.
Ya no es simplemente que sus canciones y sus discos sean buenas, que lo son. Es también su condición de francotirador, de músico que cultiva unos códigos apenas explotados en España, no al menos de la forma en la que él lo hace. Es la calidad y es la singularidad. Deberían ser motivos más que suficientes como para que lo cuidáramos como oro en paño.
Aunque ya ha pasado más de medio año desde que vio la luz, Amor, Música & Lágrimas (Hidden Track, 2020) sigue generando videoclips para algunas de sus estupendas canciones. El último, publicado hace solo unos días, es el de esta «Bienvenido a LA». Una canción y un video perfectamente tallados a la medida de estos días veraniegos, calmos, soleados. El disco salió en invierno, pero se disfruta mucho más ahora. Una gozada total.