
El quinteto de Seattle sigue exprimiendo las virtudes del fabuloso Shore (2020) con videoclips tan preciosos como este.
Qué buenos son los Fleet Foxes cuando están realmente en forma. Lo demostraron una vez más a finales del año pasado, cuando entregaron un Shore (Epitaph, 2020) al que perfectamente podíamos considerar a la altura de casi todo lo mejor que han hecho en sus más de dos décadas de carrera.
Fue un disco fuertemente incluido (para bien, por suerte) por el periodo de confinamiento en el que se vio sumida media humanidad, y en el que su líder, Robin Pecknold, confesaba haber destilado una buena temporada de escuchas de discos de Van Morrison, Nina Simone, Curtis Mayfield o Arthur Russell.
Aunque en realidad lo que estaba haciendo con todos esos mimbres era tramar el mejor tributo posible a los malogrados Richard Swift y David Berman (Silver Jews), dos de sus mejores y más talentosos amigos dentro de la industria.
Presentó en su momento estas canciones como una colección que “celebra la vida en la cara de la muerte, como un alivio, como tus pies tocando la arena de la playa tras el descenso de la marea”. No había más que ver su portada para entenderlo. Su pureza, su naturalidad incontaminada, su forma tan fluida de filtrar las lecciones del mejor folk norteamericano, eran bien patentes.
Pues bien, casi un año después de su publicación, aquel fabuloso disco aún sigue justificando nuevos videoclips. Como este de “Featherweight”, una de sus mejores canciones, llevada a la pantalla por Sean Pecknold, hermano mayor de Robin y autor de hasta seis videos de Fleet Foxes hasta la fecha. En esta ocasión, con una primoroso trabajo de animación que cuadra como anillo al dedo con la canción.
Una preciosidad, sin duda. Y ligera como una pluma, tal y como su mismo título.