
El músico brasileño deslumbra con el que bien podría ser uno de los grandes discos de la temporada, apuntalado por esta preciosidad.
Se le puede considerar como un gigante de la música brasileña. Rodrigo Amarante lleva más de dos décadas dedicándose al arte de la canción, ya fuera con Los Hermanos, la Orquestra Imperial, la banda de su amigo Devendra Banhart o los Little Joy, el proyecto que se montó junto a Fab Moretti, de los Strokes, pero son sus discos en solitario los que dan la medida más fiel de todo lo que es capaz.
La lástima es que haya editado tan pocos: solo dos en los últimos ocho años. Pero ambos excepcionales. Primero fue Cavalo (Som Livre, 2013), y ahora es Drama (Polyvynil, 2021). Dos discos como la copa de un pino, en los que muestra su destreza para hacer propias las hechuras de estilos como el pop, la bossa nova, el tropicalismo, las bandas sonoras de películas añejas y un onirismo muy bien trabado.
“Maré” es una de las canciones más notables de su último disco. De hecho, podría decirse que es uno de sus puntales temáticos, aquí acompañado por un videoclip sencillo pero colorista, que refuerza el mensaje humanista que embarga todo el álbum.
Esta Drama (Polyvynil, 2021) es uno de esos discos que parecen médicamente recetados para ser degustados durante estos días de verano. Cálido, dulce, cadencioso, sereno y con muchísima clase.
Once canciones para acompañar esas largas tardes de mirada perdida en el horizonte y atardeceres anaranjados. Probadlo, que no os arrepentiréis.
Rodrigo Amarante estará el año que viene actuando en España. Dos conciertos muy esperados por su parroquia, que nadie debería perderse. Será en la sala Mon de Madrid el 21 de abril y en La 2 de Apolo, en Barcelona, al día siguiente, 22 de abril.