
El vocalista de Depeche Mode y el equipo de productores encabezado por Rich Machin e Ian Glover versiona el clásico de Cat Power como tarjeta de presentación de su álbum de versiones.
(Foto de portada: Spencer Ostrander and Joe Magowan)
Si la inspiración no es algo que ronde tu cabeza, dedícate a hacer versiones. Ese parece ser el lema de muchos músicos de renombre cuando no tienen nada nuevo que decirle al mundo. Luego ya podremos hablar de si esas relecturas aportan algo personal a los originales o a la propia carrera de quien las acomete, porque el debate en torno a qué tipo de versión es más provechosa (la reverente o la irreverente) podría ser eterno. Pero lo primero es decidir a quién versionar. Y lo segundo, ya si es que toca, decidir por qué.
Curiosamente, si hace unos días escribíamos sobre esto al abordar el nuevo trabajo de Cat Power (que también es de versiones), ha sido precisamente una de las canciones del repertorio de Cat Power la que ha servido para avanzar el contenido del nuevo disco de Dave Gahan, frontman de Depeche Mode, junto a los Soulsavers: se trata de “Metal Heart”, una canción originalmente publicada por Cat Power en 1998, que ahora el músico británico lleva a un terreno de crooner crepuscular, bien a tono con el resto del disco, Imposter (Sony, 2021).
Se publicó el pasado viernes, y cuenta con composiciones escritas por Neil Young, Bob Dylan, PJ Harvey, Mark Lanegan, Charlie Chaplin o la ya mencionada Cat Power. Si queremos entender las razones de su publicación, lo mejor será que leamos al propio Dave Gahan: “Cuando escucho las voces y canciones de otras personas, lo más importante es la forma en que cantan e interpretan las palabras, y me siento como en casa: me identifico con eso, me consuela más que cualquier otra cosa. No hay un solo intérprete en el disco que no me haya emocionado. Sé que hicimos algo especial, y espero que otras personas sientan eso y los lleve a un pequeño viaje, especialmente a las personas que aman la música y lo han hecho durante años”.
La explicación, basada en la pura emoción, o más bien cabría decir en el mero capricho de darse el gustazo de acometer estas versiones de material ajeno, no termina de explicar por sí misma si este será un disco a destacar entre la enorme producción de este año post confinamiento.
Quizá el propio título, traducible como Impostor, ya de por sí nos está dando una pista o justificando la empresa. Lo que sí está claro es que dará que hablar, dada la estatura creativa de la cara visible de Depeche Mode y el bagaje de Soulsavers, quienes han trabajado también con Mark Lanegan y el propio Dave Gahan en discos anteriores.