
El músico madrileño publica una exquisita pieza de pop delicado y atemporal como adelanto de su próximo disco.
Hoy publican sus nuevos discos Aerosmith, Father John Misty, Jack White, Calexico, Joe Satriani o la nueva revelación made in Britain, las Wet Leg. Pero muchas veces no es necesario irse muy lejos para apreciar el talento. Puede estar a la vuelta de tu esquina.
En tu bloque de viviendas. Incluso en alguien que, nunca lo dirías, pero se dedica (para ganarse la vida) a otra cosa pero oculta destellos de genialidad en su interior.
Posiblemente haya más posibilidades de que te topes con el madrileño Germán Salto a bordo de un avión (es piloto) que en un gran festival pop. Tampoco tiene mayor importancia: lo relevante es que le prestes atención, porque es uno de los mejores orfebres de canciones pop que hay en España, y es es algo que mucha gente aún no sabe.
Su mirada está casi siempre puesta en los años setenta: en el pop preciosista, en el soft rock, en el power pop. Pero su nueva canción, esta “No”, sustancia un giro a las producciones de Burt Bacharach (con cuya música dice estar obsesionado: nadie le puede culpa), del sunshine pop o del pop barroco de finales de los sesenta, y lo hace de una forma exquisita. Su letra ironiza alrededor de las diferentes fases del amor, en una visión desprovista de los tópicos al uso.
Es el primer aperitivo de lo que será su nuevo álbum, a publicar en solo un par de semanas, el 22 de abril, y con e mismo título. Un disco que promete, tanto por este avance como por los discos precedentes, convertirse en uno de los destacados para todos los amantes del pop artesanal, delicado, atemporal y sensible.
(Fotos: Ignacio Marín)