
El efervescente dúo femenino británico encara un 2022 que debería ser el de la confirmación de su talento, merced a un primer álbum.
Han sido una de las revelaciones del 2021 que acaba de terminar, y a buen seguro que 2022 será el año de su confirmación, salvo que se tuerzan mucho las cosas. Porque hasta ahora solo han editado singles, pero en abril próximo publicarán ese álbum de debut que debería confirmar su valía.
Se llaman Wet Leg, vienen de la isla de Wight, al sur de Gran Bretaña, y aquí en ¡Mússica! ya te hablamos de ellas hace unas semanas, a través de la newsletter semanal de actualidad de nuestra colaboradora Arantxa Iranzo.
Son Rhian Teasdale y Hester Chambers, íntimas amigas desde hace más de una década, y compañeras en esto de la música pop desde hace solo un par de años. Su último videoclip, dirigido por Fred Rowson (Years & Years, Joe Goddard), es una de esas pruebas de que no es necesario un gran presupuesto para hacer algo estimulante. Ni por lo que respecta a su factura visual ni tampoco en cuanto a las hechuras sonoras que lo justifican.
Hay desparpajo, morro, osadía y descaro en su propuesta, como se puede apreciar ya desde la misma estética del dúo, que parece directamente salida de una ignota pradera norteamericana, entre lo cool y lo campesino. Y eso es algo fundamental, siempre y cuando vayan acompañados de buenas canciones.
Citan entre sus influencias a Adrienne Lenker, a Beastie Boys, a Jane Birkin o a Björk, y solo por mentar tal amalgama de nutrientes, ya vale la pena prestar atención al resultado. De momento, su fichaje por una discográfica con tanto crédito como Domino Records y los avances del que será su primer disco ya hacen que se las tenga como una de las grandes esperanzas para este 2002.