Si os gusta Prince o el sonido disco funk, este nuevo single del británico Stephen Wilson, extraído de su reciente décimo álbum, os atrapará.
Esto es lo más parecido a un hit que ha hecho nunca Bibio. O lo que es lo mismo, Stephen Wilkinson. Un músico mayúsculo, aunque muy posiblemente su nombre nos os diga gran cosa a muchos. Es británico, tiene 43 años y lleva ya algo más de una década publicando sus discos en Warp, uno de los ellos más exquisitos de las islas, casi siempre ligado a la electrónica.
Aunque lo que aquí nos propone Bibio, en el que es su décimo álbum, tiene poco de electrónico. Es lo más orgánico que ha hecho nunca. Y esta canción es sin duda su corte con más posibilidades comerciales. Un auténtico pelotazo de disco funk bailable que podría hacer las delicias de cualquier seguidor de Prince, de Kool & The Gang o incluso de Daft Punk, si nos ponemos. Una canción que sería un hit en un mundo perfecto.
Pertenece a BIB10 (Warp, 2022), su nuevo trabajo, y es fundamental en ella la aportación de Olivier St. Louis, un vocalista norteamericano de ascendencia haitiana y residencia en Berlín, que ha colaborado con Oddisee o Hudson Mohawke, siempre influido por el blues y el r’n’b, y que aquí aporta su voz para darle al tema ese groove que necesita.
Bibio es un proyecto muy de laboratorio, propio de un músico que es un virtuoso y un mago del estudio, y quizá el hecho que haya primado siempre el trabajo tras los controles por encima del directo también ha contribuido a que su nombre tenga menos relieve popular del que merece.
En cualquier caso: si os gusta el folk y el soft rock de los años setenta, el sonido disco funk elegante del primer Prince o de bandas actuales como Parcels, os encantará este nuevo décimo disco a su nombre. O si simplemente os gusta la música bien hecha y bien facturada.