La cantante folk pop de Portland publica un estupendo nuevo trabajo, con canciones tan seductoras como esta.
No es precisamente una debutante. Seguramente su nombre no sea muy conocido por el gran público, pero Laura Veirs lleva más de dos décadas cimentando una sólida carrera, repleta de álbumes exquisitos.
Podríamos decir de ella que se mueve entre el folk, el pop y la americana, pero quizá eso sería reducir demasiado su ámbito de actuación, porque sus canciones y sus discos tienen esa personalidad que, de tan acusada, trasciende etiquetas y suena (sobre todo) a ella misma.
De hecho, formó parte hace unos años de case/lang/veirs, un supergrupo (en forma de trío) junto a Neko Case y k.d.lang (así, escrito en minúsculas, por rigores estéticos desde hace un tiempo), con quienes publicó un precioso disco.
Hasta ahora siempre había publicado sus discos con la ayuda del productor Tucker Martine, quien también hasta hace dos años era su marido. Pero tras su divorcio, ha dado un ligero giro a su sonido, ha recabado la ayuda de Shahzad Ismaily, y ha grabado con él una colección de canciones más austera y desnuda de lo que acostumbra, pero con toda la magia intacta.
Una excelente prueba es esta “Seaside Haiku”, que hemos incluido en nuestra playlist de julio, y que fue el primer avance de este Found Light (Raven Marching Band Records, 2022) que hace honor a su título, ya que emite precisamente eso: una nueva luz, una luminosidad recobrada, desde un nuevo punto de vista, con otro ángulo pero con la misma exhibición de talento de siempre.