El cuarteto funk rock norteamericano pugna por una relevancia que vaya más allá de su perenne prosperidad comercial con un vigoroso nuevo álbum.
No es que sea una canción (ni mucho menos) a la altura de sus grandes hits de toda la vida, pero esta “The Drummer” bien nos sirve para volver a preguntarnos acerca de la relevancia de los Red Hot Chili Peppers en el rock de hoy en día.
Su capacidad de convocatoria no ha mermado: no hay más que ver la asistencia a sus conciertos en España durante el verano pasado, o el reventón que le dieron al aforo del FIB hace unos años, cuando actuaron en plena noche de sábado.
Su fórmula de atlético funk rock funciona aún a las mil maravillas sobre cualquier escenario, pero sus discos son producto (ya hace tiempo) del piloto automático. Tan fiables como previsibles. Tan contundentes como acomodados. No deja de tener su lógica, y quizá no queda exigirles mucho más. Al fin y al cabo, casi cuarenta años de trayectoria seguramente sean muchos como para que la inspiración y la capacidad de sorpresa se mantengan intactos. No es algo que se les debe exigir, ni mucho menos.
El caso es que esta “The Drummer”, que no sabemos si de algún modo alude a su propio batería, el contundente Chad Smith, es el último videoclip extraído de su nuevo álbum, un Return Of The Dream Canteen (2022) que fue publicado el pasado viernes. Un trabajo que ellos describen como “un guiño a la prosperidad creativa de un desierto psicodélico, algo sobre nosotros cuatro deambulando en un tiempo y un lugar que tiene menos definición de la que normalmente conduce a la música”. Cuentan de nuevo con Rick Rubin a la producción.
Sea lo que sea lo que quieran decir, que las explicaciones de los músicos sobre sus propios trabajos en las notas promocionales son algo más que crípticas, el video es interesante, sobre todo por su tramo final. Lo ha dirigido Phillip R Lopez (Selena Gomez, Pussy Riot), y es una buena puerta de entrada a su nuevo disco. ¿Aún importan? Sus fans dirán que sí, sus detractores, que no.