Si algo exporta Italia al mundo -de entre todas las cosas que hace cruzar sus fronteras hacia fuera- es pasión. La passione. Un componente de naturaleza animal y, por ende humano, que funciona como un motor capaz de mover lo inamovible.

De entre las sombras, allá por 2017, surgió la aparición de un fenómeno musical llamado Liberato. Un enigmático artista napolitano que oculta su identidad, en un mundo –el musical- en el que la imagen es un factor esencial de cara a conectar con el público. En la era del estímulo estético, del culto al fenómeno físico, Liberato demuestra que esto no siempre es así. Desde su debut, ha mantenido un perfil misterioso, eludiendo entrevistas y apariciones públicas relacionadas con medios. Una “estrategia” que alimenta la curiosidad entorno a su persona, permitiendo que su música hable por sí misma.
El cantante urbano napolitano comenzó la conquista desde su región, desde sus entrañas, despacio, creciendo desde el núcleo y atrayendo a un batallón de fieles de todas las edades, condiciones, religiones y credos para expandirse a nivel global y convertirse en un fenómeno de referencia dentro de la música urbana con etiqueta made in Italy original.
Su comienzo parte del lanzamiento de canciones aparentemente sueltas en las que narra en lengua napolitana (y algunas frases en español) los amores adolescentes, que defiende como los más puros y pasionales, sobre escenarios románticos como el golfo de Nápoles. En sus videoclips -obras del cineasta Francesco Lettieri- nos sumerge en las historias de sus protagonistas; siempre como protagonistas jóvenes con una estética marcada por las marcas de ropa, la idiosincrasia gamberra napolitana, el mar, el sol y códigos más grabados en el imaginario colectivo mundial como la figura de Maradona, la esencia de sus calles decadentes y romantizadas, así como la devoción por San Gennaro –patrón de la ciudad-. Un cóctel sencillo que no tarda en penetrar en el subconsciente de sus oyentes y los convierte en sus coristas para siempre.
Con tres álbumes en el mercado –Liberato I, Liberato II y el reciente Liberato III– hace las delicias musicales, no solo de la legión de masas a las que invoca, sino a figuras tan relevantes de la escena italiana actual como Roberto Saviano (autor de la aclamada serie Gomorra, entre otras). Canciones como «Nove Maggio», «Tu T’e scurdat’ ‘e me» o “Je te voglio bene assaje” se han convertido en auténticos himnos para jóvenes y mayores que suenan de costa a costa y de orilla a orilla.
“Sólo te puedo decir que me llamo Liberato, he nacido en Nápoles y hago música” respondió en una entrevista para el medio Rolling Stone.
Solo con su música, con el producto que ofrece, los seguidores se vuelcan y se dan por satisfechos con alguien que, con sus letras y la historia que hay detrás de cada una de ellas, se convierte en la voz de su pueblo. No necesitan conocer su identidad, porque su identidad es la identidad de toda Nápoles. Liberato es amor, tradición, cultura urbana y pasión. La passione de la que os hablaba al principio.