
Cuenta con la admiración de Taylor Swift, el apoyo de Finneas O’Connell y la simpatía de la comunidad LGTBI. La noruega Marie Ulven -girl in red-, con 22 años, puede ser una de las grandes estrellas globales del pop para la generación Z. Estas son las razones.
El primer álbum de girl in red, if I could make it go quiet (AWAL/Popstock!, 2021), es una de las sensaciones para la generación Z de las últimas semanas. No es que invente el mecanismo de la rueda, pero suena fresco, palpitante, honesto y muy revitalizante. Su autora es Marie Ulven, que es el nombre de la joven noruega que se esconde tras tal alias creativo.
Se habla mucho de girl in red desde que, hace tres años, publicó una preciosa canción – acompañada de un sencillo videoclip que escenificaba su relación de amor con otra chica – llamada “We Fell In Love in October”, que hasta el día de hoy ha acumulado más de 200 millones de reproducciones en Spotify y más de 42 millones en Youtube.
Obviamente, que una joven prácticamente desconocida hasta entonces, que tan solo tenía 19 años, lograra tal proyección con un clip que hacía gala (con naturalidad, sin banderías ni manifiestos) de su condición homosexual, fue algo que le granjeó la simpatía de todo el colectivo LGTBI y la generación Z. Era una bonita pieza de indie pop lánguido, en cualquier caso, que se ha visto superada (con mucho) por un primer elepé que no solo ha confirmado todo lo que luego fue apuntando en sus siguientes canciones, sino que lo ha expandido en múltiples direcciones.
Taylor Swift, la última gran triunfadora de los premios Grammy, ha compartido en una de sus recientes stories su entusiasmo por el álbum de girl in red, publicado el pasado viernes. Afirmaba estar escuchándolo en modo repeat. Es uno de los mejores espaldarazos de los que podía gozar.
No en vano, Swift es una de las mayores influencias para Marie Ulven, si bien su música a ratos puede ser también vista como una síntesis entre los inquietantes beats de Billie Eilish y las melodías, algo más luminosas, de estrellas del nuevo indie rock femenino norteamericano como Caroline Rose, Soccer Mommy o Stella Donnelly.

De hecho, girl in red bien podría ser como una versión más luminosa de Billie Eilish, salvando todas las distancias. No en vano, es Finneas O’Connell, hermano y mano derecha de la estrella angelina, quien le ha producido el single “Serotonin”, la gran tarjeta de presentación del disco, cuyo clip escogimos esta misma semana como uno de nuestros videos del día. El resto de disco recae en manos de su paisano Matias Tellez, de Young Dreams, colaborador habitual de Sondre Lerche. Medios como The New York Times o Paper llevan tiempo cantando sus alabanzas. The Guardian o NME han refrendado la cálida acogida de la prensa puntuando el disco con un notable alto.
Resultará muy curioso saber por dónde nos saldrá la propia Billie Eilish – influyente ya sobre toda una generación de músicos a sus solo 19 años – en su próximo álbum, cuyo título puede ser revelador: Happier Than Ever (Más feliz que nunca). ¿Acabará sonando más jubiloso que sus propias competidoras y alumnas aventajadas?
¿Puede girl in red convertirse en la próxima gran estrella del firmamento pop mundial? En ¡Mússica! creemos que tiene números para conseguirlo. Al menos, para acabar siendo una alternativa europea (como ya lo es la sueca Robyn, por ejemplo) al monocultivo estadounidense del estrellato pop femenino del siglo XXI.
girl in red suena a veces como una versión más luminosa de Billie Eilish, justo cuando esta anuncia un nuevo disco que promete una inédita felicidad.
Para empezar, sus canciones basculan con naturalidad entre el mainstream y lo alternativo. Como el pop de consumo más excitante de los últimos años. Apelan a un público muy transversal, pasando por la gen Z hasta otros públicos. En segundo lugar, reflejan con naturalidad asuntos como la depresión y todos los aspectos que conciernen a la salud mental, pero siempre con un punto de esperanza, incluso de contraste con sentimientos de euforia, como plasma muy bien en “Serotonin”. Sus canciones funcionan como la plasmación de una montaña rusa emocional, con la que toda una generación puede sentirse identificada.
Y en tercer lugar, no hay que desestimar el hecho de que Marie Ulven es noruega, y ya sabemos cómo se las gastan los escandinavos cuando dan con la tecla adecuada: productores de éxitos rutilantes – Max Martin, Shellback, Adam Beyer – y bandas y solistas capaces de facturar singles de impacto en serie, desde los tiempos de ABBA, como si de una eficiente cadena de montaje se tratara. Son expertos en customizar y luego normalizar hallazgos ajenos, hasta sublimarlos.
girl un red cuenta, en resumen, con todos los mimbres para convertirse en una de las grandes sensaciones del pop de amplio espectro en las próximas temporadas para la generación Z.