¿Cómo surgen las nuevas corrientes de música popular entre los jóvenes en Europa? Ritmos y sonidos estridentes, industriales y cibernéticos, se fusionan con voces dulces, como si de pop noventero se tratase, pero no lo es.
Nuevas corrientes que despegan desde lo más abajo de plataformas digitales gratuitas como Soundcloud hasta acabar en las listas del Billboard. Jóvenes trabajando desde el error, sin saber muy bien lo que hacen, acaparando millones de streams en Spotify, y otros que premeditadamente sí saben lo que se traen entre manos. No solo es música, sino estilos de vida que se entremezclan en una vorágine de lujuria, caos, y sensibilidad absoluta.
Hay que remontarse al año 2015, donde por arte del destino se empieza a gestar una subcultura de la música pop donde nuevos talentos comienzan a experimentar, mezclando estilos de vanguardia combinados con los clásicos y atemporales de toda la vida, dando paso al nacimiento del hyperpop, el bedroom pop o el nuevo bubblegum pop entre otros…
¿Y qué quiere decir todo esto?
Pues viene a decir que ya queda lejos la típica estampa de enormes estudios de grabación, sellos multitudinarios o grandes inversiones para crear grandes hits contemporáneos, al menos en lo que a estos estilos de música se refiere. Ahora con un laptop, los programas informáticos necesarios ,un buen puñado de plugins y un micrófono, cientos de jóvenes talentos se lanzan a comandar las listas de las mejores plataformas de streaming de la red.
Lejos queda la estampa de los enormes estudios de grabación, los sellos multitudinarios o las grandes inversiones para crear hits contemporáneos.
El camino se bifurca en este punto, y nos encontramos con dos vertientes que, aun siendo muy diferentes, beben de lo mismo y están muy relacionadas entre sí: una sería la rama electrónica, y la otra la orgánica.
En el lado de la orgánica podemos encontrar a Jimothy Lacoste. Un joven londinense que combina su estética nerd con destellos callejeros, imponentes y alocados. De hecho, los tan repudiados frikis están dándole la vuelta a la tortilla, y ahora ellos son los «tíos guays», de los que cualquiera querría ir acompañado.
En el lado del nuevo indie pop podemos encontrar al grupo Boy Pablo (Noruega), que hace uso de sonidos clásicos, pero dotando a la banda de esa peculiaridad teenager que tanto les caracteriza.
Ahora bien, si hablamos de pop electrónico, experimental, cuidado y, sobretodo, de alta gama, tenemos que poner el punto de mira en el colectivo PC Music (Inglaterra), liderado por A.G. Cook. Estos rompen absolutamente todas las reglas establecidas hasta el momento y son los precursores del ya tan sonado hyperpop, que hace uso de sonidos extremos e industriales mezclados con lineas de voz poperas de lo más clásicas.
Por otro lado, y no menos importante, tenemos el grupo Drain Gang (Suecia), quienes miman hasta el último detalle de su música, componiendo obras auditivas minimalistas y celestiales. Y aunque parezca una locura, se ven influidos por grupos como The Cure o Daft Punk, o hasta por los tan delicados cantos gregorianos.