El nuevo álbum de la cantante norteamericana cuenta con Josh Homme (Queens Of The Stone Age) a la producción y avanza singles tan suculentos como este.
Talento y una personalidad arrolladora. Eso es lo que tiene la norteamericana Nikki Lane, vocalista y compositora de Nashville que estuvo el fin de semana pasado en el festival Huercasa, en Riaza (Segovia), en una imponente actuación en la que estuvo acompañada de Germán Salto, entre otros.
No es, ni mucho menos, la primera vez que se acerca a nuestros escenarios. Se puede decir que es casi vieja conocida de ellos, aunque tampoco sea exactamente una veterana: tiene 38 años y solo tres discos. El cuarto está ya casi al caer: se llamará Denim & Diamonds y lo publicará el reputado sello New West el próximo 23 de septiembre.
Su segundo single de adelanto es esta “Black Widow”, acompañada de un videoclip dirigido por Austin Leih y filmado en una de las ciudades en las que mejor se acoge el sonido que practica, Austin. El blanco y negro empleado concuerda a la perfección con su contenido, al que han ayudado a dar forma una banda en la que figuran musicazos como Josh Homme (quien también lo produce), Dean Fertita, Matt Helders o Alain Johannes.
Se dice que el resto del disco tendrá, en cierto modo, ciertos guiños al country tradicional de Loretta Lynn (previsible) y a la psicodelia de los 13th Floor Elevators (menos previsible), en una suerte de mirada atrás (en lo temático) a la juventud de Nikki Lane en Carolina del Sur.
Puede ser todo un punto de inflexión, sin duda, en el trayecto de una compositora que ha participado últimamente en discos tan celebrados como los últimos de Lana Del Rey y Spiritualized, sobre cuyo notable contenido ya dimos buena cuenta aquí.