El guitarrista neoyorquino (de adopción), fallecido este pasado fin de semana, fue un genio inimitable.
El lirismo esquizoide, una poética singularmente angulosa, es seguramente el legado más importante que Tom Verlaine (1949-2023) ha dejado en la historia del rock. El guitarrista, vocalista y compositor de New Jersey, fallecido este última fin de semana a causa de «una breve enfermedad» sobre la que su familia no ha querido dar más detalles, recabó su cota de creatividad más notoria al frente de Television, la banda que encabezó en la segunda mitad de los años setenta, aunque se mantuviera en activo hasta bien entrado este siglo.
De Television es Marque Moon (1977), uno de los mejores álbumes de debut de la historia, cuyo largo tema titular, coronado por un memorable diálogo de guitarras entre Verlaine y su compañero Richard Lloyd, es también una de las composiciones más hipnóticas del rock de las últimas cinco décadas. Television dieron rienda suelta a la versión más genuinamente neoyorquina del punk: intelectualizada, leída, intrincada y muy urbana, sin el componente de denuncia sociopolítica (al menos no explícito) que sí tuvo el género en el Reino Unido. Puro art rock antes de que se inventara el término. El jazz también había sido una de sus tempranas influencias.
De hecho, la influencia de Tom Verlaine y Television sobre cientos de músicos posteriores, especialmente sobre aquellos que germinaron en la Gran Manzana o se acercaron a ella para grabar o empaparse de su esencia, es casi incalculable. Sin ellos, la música de The Strokes, R.E.M., Galaxie 500, Luna, Yo La Tengo, The Dream Syndicate, The Clientele o Lloyd Cole, por solo mencionar unos cuantos, hubiera sido muy distinta.
Aliento poético
Thomas Miller, que ese era su nombre real, contribuyó a introducir un profundo aliento poético en la gramática del rock. Por algo adoptó su nombre artístico de Paul Verlaine, el poeta simbolista francés, cuyo lirismo trató de reflejar a través de su letras y también a través de su forma de tocar la guitarra, que podía transitar de lo sutil o lo agresivo, de lo lírico a lo confrontativo. Por algo mantuvo también una relación sentimental con Patti Smith, la poetisa del rock por excelencia, a mitad de los años setenta. Una artista legendaria a cuya influencia creativa dedicamos un extenso reportaje en el #1 de nuestra revista en papel, a la venta aquí.
Tom Verlaine fue un guitar hero atípico. Influyente, pero ciertamente underground. Siempre alejado de los cauces de la comercialidad y desafiándose a sí mismo con cada nuevo paso que daba. Television editaron tan solo tres álbumes: Marquee Moon (1977), Adventure (1978) y el extemporáneo Television (1992), algo infravalorado a consecuencia de su condición de producto de la clásica gira de reunión tras años de separación de la banda. Una gira de reunión que tuvo sus réplicas en el tiempo, como aquel inolvidable concierto en el Poble Espanyol de Barcelona dentro de la programación del Primavera Sound 2003. En solitario, publicó discos tan estimables como Tom Verlaine (1979), Dreamtime (1981), Flash Light (1987) o Around (2006).
Con él se va uno de los grandes genios de la guitarra eléctrica y uno de los más inclasificables rapsodas del rock. Poseedor de un estilo único e inimitable, por muchos émulos que trataran de seguir sus pasos durante décadas.