Hablamos con la artista mexicana, que ha tenido que suspender su gira española pero mantiene un fuerte vínculo con nuestro país.
Todo lo que sus manos tocan acaba rezumando la misma autoridad y magnetismo que las canciones de cualquiera de las grandes damas del country alternativo norteamericano, aunque siempre con el filtro que le confiere ser mexicana. Es Carla Morrison (Tecate, Mexico, 1986), quien tenía previsto estar durante este mes de julio en España, en festivales como La Mar de Músicas, pero tuvo que aplazar su visita por problemas logísticos.
Su último disco, el tercero, se llama El renacimiento (Cosmica Artists, 2022), salió hace unas semanas, y supone otro espaldarazo a la carrera de una artista que debutó en formato largo de la mano de Natalia Lafourcade, quien le produjo Mientras tú dormías (Cosmica Records, 2010), pero explotó creativamente a partir del seductor Déjenme llorar (Cosmica Records, 2012), que fue el disco que le reportó un par de Grammy latinos y la convirtió en disco de oro en su país. Luego llegaría el sobresaliente Amor Supremo (Cosmica Records, 2015). Y de ahí al infinito.
Hemos podido intercambiar unas cuantas preguntas y respuestas con ella, para conocerla mejor.
¿Qué piensas cuando te definen como un cruce entre José Alfredo Jiménez y Patsy Cline? ¿Te halaga? ¿Te entra la risa?
Me parece bastante afinado, porque crecí con eso, y en todas mis canciones refleja. Cuando está el esqueleto de la canción, lo alcanzo a ver claramente. Lo veo muy cabrón porque yo crecí escuchando a Ramón Ayala y a Pazzi y casi todas mis canciones son rancheras, pero hechas pop. Mi esposo se ríe de mí, porque me dice «tu podrías hacer un disco de rancheras». Mis canciones siempre tienen ese núcleo de rancheras, así que me siento halagada porque soy fan de los dos, no tengo ningún problema.
Has colaborado con Julieta Venegas, con Natalia Lafourcade, con Bunbury, con León Larregui… ¿de quién aprendiste más, o quién te sorprendió más positivamente de todos tus colaboradores?
De todos he aprendido y me han sorprendido mucho. Pero Enrique Bunbury me sorprendió mucho porque es una persona que me ha guiado. De las pocas veces, porque han sido pocas veces, en que hemos pasado tiempo juntos, antes de que saliera el Amor Supremo (2015), escuchó el disco conmigo y le encantó. Una veces en mi carro, otras veces en México, en Los Ángeles, en París cuando vivía allí, me ha brindado mucho apoyo y nunca pensé que eso me iba a pasar. Natalia (Lafourcade) me guió y creyó en mí desde el principio, tuvo fe en mí, me alojó en su casa y me dio muchas clases de industria y de música de hermandad, entonces aprendí mucho de ella. De Julieta Venegas he aprendido también un montón de cosas, es súper sencilla y sigue siendo de Tijuana aunque ya no vive allí, la respeto un montón. Y de todos he aprendido, cuando he colaborado con Juan Gabriel, J Balvin, Ricky Martin, de todos he aprendido algo, no hay ningún más que otro, aunque de Lila Down tengo también un bonito recuerdo.
«Lo que nos separa a mexicanos y españoles es un mar, porque todos le cantamos a lo mismo, al amor y la vida, solo que con diferentes melodías».
¿Con quién te gustaría colaborar en un futuro?
Me encantaría con Ed Maverick. Con Christian Nodal. Me encantaría colaborar con C. Tangana y así… no sé, como que hay todo tipo de personas, en realidad demasiadas.
¿Que diferencias crees que hay entre el público mexicano y el español?
No sé, hay un montón de diferencias y similitudes, creo que los mexicanos somos muy pasionales, de una manera muy melancólica en la añoranza. Aunque los españoles también lo tienen lo toman desde otro lugar, desde otra perspectiva. Y creo que lo que nos separa es un mar porque todos le cantemos a lo mismo, al amor y la vida, solo que con diferentes melodías.
¿Escuchas mucha música hecha ahora mismo? ¿A quién o quiénes?
Últimamente …. A Vivian, también mucha música de piano, pero en realidad estoy escuchando muchos hits de los noventa, como los de Madonna o Paulina Rubio.

Dime 5 de tus discos favoritos
Pies descalzos (1995), de Shakira, aunque creo que mejor es el actual. Laurel Hell (2022), de Mitski. Buena Vista Social Club (1996). El soundtrack de la película Interstellar (2014). Y Front Row Seat To Earth (2016), de Weyes Blood.
¿Y libros o películas? ¿Alguno/a especialmente favorito/a?
Interstellar (Christopher Nolan, 2014) y La Vida de Pi (Ang Lee, 2014). Libros, tengo un montón (risas). El de Los cuatro acuerdos (Miguel Ángel Ruiz Macías, 1997). Leo muy seguido y se me olvidan… otro libro que me encantó es La rueda de la vida (Elisabeth Kubbler-Ross). Y Las inseparables (Simone de Beauvoir, 2020).
Te he podido ver una vez en directo en la terraza de un hotel de Valencia hace unos años, en que Jorge Martí, de La Habitación Roja, quien salió a cantar contigo. ¿Eres más de festivales o de conciertos íntimos como aquel?
¡De los dos! Creo que por mucho tiempo fui más de íntimos, pero los festivales los he aprendido a disfrutar muchísimo. Ahora me gustan los dos. De lo íntimo, conectas con las personas mucho más directamente, pero los festivales tienen una energía muy fuerte y la gente está muy contenta. Entonces, como nos han tenido encerrados, creo que ahorita podría decir que soy más de festival.
«Lo más importante es el amor y estar cerca no solamente de la gente, también de las cosas y de los sueños que tú quieres y que tú amas».
¿Es para ti la música como una terapia, algo sin lo que no podrías vivir, una forma de expresión con la que quizá expliques aquello que no puedes con palabras?
Exactamente eso es la música para mí: si no tuviera la música no sé qué haría, es mi manera más natural de entender la vida y mis emociones. Siempre ha sido a través de la escritura, pero la música como que le dio otra parte que me ayudó a cómo a entenderme a mí misma.
¿Cambió algo en tu forma de ver el mundo y de ver tu trabajo tras la pandemia?
Sí, yo creo que mi pausa en París me ayudó mucho a ver todo muy diferente, y la pandemia lo vino a reforzar, a darme cuenta de que lo más importante en la vida en realidad es el amor y estar cerca no solamente de la gente, también de las cosas y de los sueños que tú quieres y que tú amas. Y la pandemia me ayudó a reforzar eso y a entender que la vida es un suspiro, y que estoy hoy aquí pero puede que mañana no estés aquí.
¿Alguna meta que te gustaría alcanzaren tu carrera en un futuro?
Escribir un libro me encantaría. Estoy haciendo tiempo porque me encantaría escribirlo.
(Foto de portada: Esteban Calderón)