Belako comenzaron en 2011 realizando versiones de sus bandas favoritas, como Nirvana, Joy Division o Radiohead, y así, poco a poco, fueron surgiendo sus propios temas.
Son cuatro, aman la música y ensayan desde siempre en el taller del abuelo de Josu y Lore, un taller de metalurgia que está en desuso desde hace años y reconocen como fuente de influencia en sus sonidos. Situado en el barrio Belako, en Mungia, Vizcaya. Ahí surgió todo, incluso su nombre que puede traducirse como «reunión de cuervos». Han girado por medio mundo, México, Alemania, Finlandia, Dinamarca, Inglaterra y hoy lanzan su nuevo álbum «Sigo Regando»… Algo que no dejan de hacer día a día, porque son muy conscientes de lo que significa la fortuna de poder vivir de la música.
Hablamos con Lander Zalakain justo antes de partir a Londres a presentar el disco sobre un barco en el río Thames, algo aparentemente cargado de locura, pero posible, como muchas otras de las locuras que suceden en la vida…
Me puedo imaginar todo el esfuerzo que habéis dedicado a la hora de crear el álbum. ¿Qué sentís unos días antes de sacar el nuevo disco? ¿Cómo se gestionan las emociones y las expectativas?
Sí que hay un poquito de nervios, porque al final, sacar un disco es algo importante que está, como tú dices, muy relacionado con las emociones. Habla un poco de nosotras cuatro de Belako en este momento.
Queremos que a la gente le guste y partimos de una premisa bastante importante, y es que, a nosotras, a las cuatro, el disco nos flipa.
A la gente de nuestro alrededor, familia, amigos, amigas, vemos que también les está gustando mucho y esto unido a que los singles también están gustando, le resta un poquito de nerviosismo, se mezcla también con muchísimas ganas de que salga y que todo el mundo pueda escuchar todo el disco.
Cada canción es muy diferente del resto, con los singles te haces una idea, pero tampoco tanta, porque luego hay mucho material en el disco que todavía la gente no ha escuchado… La expectativa: creemos que va a gustar mucho.
He escuchado el nuevo álbum. Belako tenéis una especial destreza para mezclar estilos que es impresionante, pop, punk, rock, incluso me atrevería a decir algo de Bossa nova, es interesante esta mutación, absorbéis diferentes estilos para generar vuestro propio estilo y aunque es difícil etiquetaros vuestra música acaba teniendo una identidad propia. ¿Os lo pasáis bien creando así?
Que me digas eso para mí es lo mejor, porque hay un reto muy importante también en el hecho de juntar todas esas canciones y que sean diferentes. Nos gusta experimentar, en este disco, por ejemplo, con compases que no habíamos probado como el cinco por cuatro o el siete por cuatro. Como dices, etiquetarnos es difícil porque siempre decimos que nos aburriríamos si hiciéramos solo rock o solo electrónica o punk o pop, vamos un poco bailando entre el ruido y la melodía. Hay canciones que son más ruidosas y hay canciones que son más melódicas vamos un poco vagando por ahí y encontrando también los límites, de los diferentes estilos que tocamos. Porque, aunque si hay canciones que son más definibles como pop, electrónica o incluso bossa nova como decías, pero tienen también otros matices… algún sonido o melodía nos puede recordar a la bossa nova, pero unida a una caja de ritmos y un bajo agresivo, son características que no encuentras en la Bossa Nova.
Nos gusta experimentar con cada estilo. Las canciones que son rock no son solo rock o las canciones que son pop no son solo pop…
Aunque queremos también llegar a mucha gente y llegar a gente joven. intentamos encontrar un poco el equilibrio de crear calidad, pero que también guste a todos los públicos.
¿Tenéis definida alguna edad que os escuche más que otra? ¿Qué veis en los directos?
Vemos gente de edades super variadas. De hecho, a veces nos sorprendemos cuando vemos niños o niñas o gente muy mayor. Eso nos gusta. Cuando digo intentar llegar a todos los públicos sabemos que no optamos a las masas. No es algo que queramos y si lo quisiéramos, desde luego nos estaríamos cerrando muchas puertas, porque tenemos un discurso muy claro que para algunas cosas va en contra de esto.
Creemos que el gran público tampoco llega a Belako porque no va a escucharnos en grandes radios, ni vamos a hacer radio fórmula o según qué cosas. Llegamos al público que llegamos y estamos muy contentas. Es un público muy musiquero, pero sí que nos gustaría llegar a los jóvenes que ya sabemos en qué estilo se mueven. Aunque toquemos muchos estilos, no dejamos de ser un grupo con bajo, guitarra, batería o teclado, una formación que hoy en día se puede considerar incluso como clásica.
Nos gustaría llegar a ese público, pero sobre todo con una norma, un poco con lo que decías de no perder la identidad.

En la búsqueda de esa identidad de Belako y siendo personas diferentes se entablan relaciones muy estrechas en el proceso de creación. ¿Cuál ha sido la mayor incomodidad a la cual os habéis enfrentado en el proceso del nacimiento de este álbum?
Pues realmente las cuatro somos muy diferentes y cada una aporta cosas muy diferentes al grupo, tenemos puntos de vista distintos para muchas cosas. Toca hablar, probar, intentar, convencer, negociar entre nosotras. Lo bueno es que las cuatro tenemos todo el control artístico del proyecto, yo lo llamo auto gestionado, pero delegado, es decir, tenemos manager y discográfica, tenemos gente alrededor, pero mantenemos la independencia y autonomía para hacer lo que queramos con nuestra música y ninguna barrera. Eso facilita las cosas, nosotras componemos, nos producimos, hacemos todo. Somos un poco nuestras mayores enemigas en cuanto a lo que me decías tú de ese proceso de creación, pero creo que lo hacemos bien, cada una junta un granito.
Se trata de tocar mucho, ver qué cosas funcionan. A veces surge una idea, a los dos o tres días otra, y vamos un poco así, hasta que ya las cuatro decimos: «Oye, esto ya está, el disco ya está». A veces hay una canción que se queda fuera, hay otra que entra a última hora, pero las cuatro damos el visto bueno. Eso es lo más importante y lo que nos da tranquilidad.
Luego ya es cuando entran esas otras personas que tenemos alrededor; ellas se encargan de las cosas a las que nosotras no llegamos, como la distribución, la promoción y todas esas cosas. Nosotras somos músicos.
Hoy habéis convertido en ordinario lo extraordinario, podéis decir que vivís de la música, ¿no? … No todas las bandas pueden decir esto…
Sí, es maravilloso, pero claro, hay muchas diferencias. No puedes compararnos con los Rolling Stones o cualquier gran banda y pensar que todo el mundo de la música vive así, entre yates y mansiones.
Hay una realidad ahí también. Hay trabajadores de la música que son mileuristas y tienen un nombre muy grande en la música. A veces hay que tener cuidado, porque la fama no significa siempre dinero. La realidad de la música es bastante oscura y precaria.

Habéis girado por diferentes países y habréis observado diferentes condiciones de contratación y valoración de la profesión. ¿Cómo está la balanza en España? ¿Algún país concreto del que podamos aprender?
Hay mucho barro en todos lados, la verdad, pero bueno, en países como Inglaterra, Francia, por ejemplo, incluso Alemania, ves que hay ciertos cambios.
Voy a hablar ahora exclusivamente de Francia, porque está aquí al lado y porque la diferencia es muy grande en cuanto a las condiciones que tienen los músicos y la falta de precariedad. Porque si trabajas, pues realmente se compensa y se da importancia, además, no solo a las horas de concierto, sino a todas las horas de preparación, viajes, producción, composición que hay por detrás, que es donde hay más trabajo. Parece que esto es subirse a un escenario y tocar una hora, hacer unas canciones, bajarte y ya está, pero no, hay mucho más detrás. En España, cuando hablamos de los músicos, hablamos de los autónomos, y ahí ya vamos mal y comienza todo a embarrarse.
Es difícil hacer comparaciones, pero desde luego si viviéramos en Francia y fuésemos francesas, y tocásemos en Francia lo que tocamos en España, es muy probable que nos fuese mucho mejor. Tampoco quiero defender desde aquí a otro país, que luego puedes hablar con alguien de allí y te puede explicar que las cosas tampoco son tan maravillosas… Lo que está claro es que en general el mundo de la música, las escénicas y el arte es bastante precario.
¿Y qué tal nuestra escena entre Festivales y Salas?
Está claro que festivales tenemos muchos (ríe)… Empezando por ahí, a mí me gustaría establecer unas diferencias entre festivales y festivales. No todos los festivales son iguales. Lo que sí te puedo decir es que Belako es un grupo para tocar en salas, es donde disfrutamos y donde creo que damos los mejores conciertos.
En general, los festivales están muy bien y son un escaparate espectacular. Aunque yo la verdad cada vez me siento más cómodo en los festivales más pequeños o familiares, porque desde luego, a veces en los masivos, la música no es la protagonista y es más difícil disfrutar cuando tienes al público a 20 metros con cuatro vallas y un montón de seguridad en medio, pero hay festivales muy pequeños o medianos que están súper bien y se da mucha importancia a la música.
Las salas son maravillosas… Aunque su realidad es compleja, ¿no?
Sí, la verdad que las salas tienen una situación bastante difícil. Ven como estos festivales, incluso los festivales que se denominan como alternativos, lo revientan con las entradas. Lo venden todo, y entonces se preguntan ¿Porque la gente no viene a las salas? Creo que debería haber, ayudas y dinero público destinados también a las salas.
No digo que se eliminen las de los festivales grandes, pero que se equilibre, al final hay que apoyar la cultura.
Ahora, en esta gira, vamos a tocar en la Sala Planta Baja de Granada, tocamos allí hace unos ocho años y nos hace muchísima ilusión volver.

Quizá el problema es que igual hay menos público del que pensamos al que de verdad que le guste realmente la música, … bueno, la música el cine, el arte …
Yo creo que acabas de dar en el clavo. Sí.
Y quizá gran parte de la masa que acude a un festival realmente va por la fiesta, no por la música.
Muchas veces. Sí, aunque también es super licito y me parece estupendo.
Volviendo al nuevo disco de Belako… Es la primera vez que incluís una canción en castellano… Además, es la más punk… ¿Cómo surgió?
Sí, es la primera vez que publicamos un tema nuestro en castellano. Hace unos años, para un programa en la tele, hicimos una versión de una canción de Décima Víctima, pero «Sangre Total» es nuestra primera canción propia en castellano.
Realmente en este disco hay un popurrí de idiomas, de hecho, es donde más hay, porque está el inglés, el euskera y el castellano.
Hicimos la canción en un momento de experimentación total, con caja de ritmos. Empezamos a poner unos acordes que ya de por sí eran un poco raros, un poquito jazz. La probamos en castellano con unas letras también duras y explícitas, y la verdad es que nos gustó. Nos gusta cómo queda con el resto del disco y al final quedó como super punky…
Algo bueno que te gustaría que os diese este disco…
Pues que este nuevo disco de Belako nos haga más fuertes, pero en nuestro camino, en el camino que ya veníamos teniendo, y que sigamos marcando nuestro propio camino sin sumarnos a otros caminos más grandes o más… Y que nos sigamos llevando tan bien entre nosotras, que haya buen rollo, eso es lo más importante, porque el trabajo lo hacemos, nos lo curramos, en la creación, en los conciertos, en los conciertos, nos entregamos…
Muchas gracias. Un súper placer y que tengáis felices experiencias con este nuevo álbum.
Me ha gustado la conversación porque se ve que nos conoces. Y eso ya para mí es muchísimo, porque puedo hablar tranquilamente sin tener que introducirte en mogollón de cosas.
Belako – CD «Sigo regando»xx
Tracklist
Dump
White Lies
Tangerine
Saguzarren Kanta
Flower Trouble
Orein Orain
Hegodun Baleak III
Sangre Total
Slates
New Light Slates
Pretty Handsome
No Tools
Aquí Sigo Regando
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