El legendario vocalista de Sex Pistols no pasó el corte con sus PiL y no representará a Irlanda en la gala del 13 de mayo.
Resulta de lo más curioso que, cuanto más descrédito ha ido arrastrando durante años, mayor sea el número de viejas glorias del pop y del rock que se presentan para representar a su país en Eurovisión. Uno de los últimos ha sido John Lydon al frente de su banda, Public Image Ltd. El ex vocalista de los legendarios Sex Pistols y emblema del punk es inglés, pero de descendencia irlandesa, y esa es una de las razones que le llevaron a participar en la semifinal local celebrada en Dublín el sábado pasado, el equivalente gaélico a nuestro Benidorm Fest.
La canción que interpretó, y que no pasó el corte, se llama “Hawaii”, y no puede estar más alejada de la rotundidad de la que ha hecho casi siempre gala al frente de Public Image Limited. De hecho, es una especie de balada sentimental dedicada a su esposa desde hace 43 años, Nora Forster, quien lleva un tiempo luchando contra el Alzheimer. Quedó en cuarto lugar, entre los seis contendientes que participaban: el triunfo fue para Wild Youth, quienes estarán el 13 de mayo en Liverpool.
Y no es de extrañar porque la canción, si bien es digna y no invita al sonrojo, lo cierto es que está muy lejos del vitalismo, las vibraciones positivas o el toque folk autóctono que suele embargar a la mayoría de candidatos al triunfo en las galas de Eurovisión de los últimos años. Un Lydon casi septuagenario y visiblemente compungido no parece precisamente un as ganador.
Lydon, quien es todo un personaje público en las Islas Británicas (ha participado en varios reality shows), se suma a otros músicos europeos de renombre que no han tenido éxito a la hora de representar (o intentar representar) a su país en las últimas décadas, como Engelbert Humperdinck, Bonnie Tyler o La Casa Azul.