La joven norteamericana es una de las estrellas de pop y r’n’b mas genuinas y reconocibles de la última década.
Melissa Viviane Jefferson (Detroit, Michigan, EE.UU., 1989) es Lizzo, una de las estrellas más teóricamente improbables y peculiares de la actual galaxia pop. Su imagen no solo no se corresponde, sino que se distancia conscientemente del estereotipo de mujer hipersexualizada que ha poblado el pop de amplio consumo de las últimas décadas. Ha publicado cuatro álbumes, siempre moviéndose entre el pop, el hip hop y el r’n’b, y ha participado como actriz en un gran número de películas.
La bailable «About Damn Time», con su ritmo heredado de la época de esplendor de la musica disco y su guiño (en la letra) a Diana Ross, acumula casi setecientos millones de escuchas solo en Spotify, fue uno de los grandes éxitos de 2022, además de la rotunda confirmación de su talento. En cualquier caso, es solo la punta del iceberg de una carrera con mucho jugo, que te detallamos en este artículo.
Sus inicios en el mundo de la música
Lizzo nació en Detroit pero se mudó con su familia a Houston cuando tenía diez años, y pronto empezaría a interesarse por el rap y la cultura del hip hop. De ahí procede su nombre artístico, ya que Lizzo es una variante de «Lissa», inspirada en una canción del rapero Jay Z, actual marido de Beyoncé. Tras la muerte de su padre cuando ella solo contaba 21 años, y tras abandonar la universidad y salir ilesa de un aparatoso accidente de tráfico, decidió mudarse a Minneapolis e intentar medrar en la industria de la música. Años más tarde desvelaría su interés por la música de Beyoncé, Lauryn Hill o Missy Elliott, sus tres principales referentes.
Sus primeros trabajos
Una vez establecida en Minneapolis (la ciudad de Prince), formó el dúo de electro pop Lizzo & the Larva Ink, sin demasiada repercusión. No fue hasta que debutó con un disco a su nombre, Lizzobangers (2023), con la producción de Lazerbeak y Ryan Olson, que empezó a llamar poderosamente la atención de los medios, que lo calificaron con notas que en la mayoría de cosas excedían el notable. Así fue para The Guardian o Star Tribune, así como para la revista Time, que la encumbró como una de las catorce artistas obligatorias de 2014. El disco, originalmente publicado por el pequeño sello de Minneapolis Totally Gross National Product, fue reeditado por la multinacional Virgin, aupando a la norteamericana al primer plano de la actualidad, tras haber compartido escenario con Har Mar Superstar o St. Paul and the Broken Bones.
La consolidación popular
Lizzo vio uno de sus sueños cumplidos, aunque fuera de forma fugaz, cuando colaboró con dos integrantes de Chalice (Sophia Eris y Claire de Lune) en la canción «BoyTrouble», incluida en Plectrumelectrum (2014), el álbum conjunto de Prince, el gran genio de Minneapolis, y 3rdeyegirl. Ella lo describió como una expriencia «surrealista, casi como un cuento de hadas».
Para entonces ya había hecho su primera aparición en el Late Show televisivo de David Letterman y estaba trabajando en la que sería su siguiente entrega, un Big Small World (2015) que fue alabado por medios como Paste o Spin, que lo elevó al número 17 entre los mejores discos de hip hop del año.
En cualquier caso, esa catalogación algo restrictiva como artista de hip hop terminaría con Coconut Oil (2016), su tercer, coproducido por Ricky Reed, Christian Rich, Dubbel Dutch y Jesse Shatkin, y definitivamente abierto a muchas otras influencias. No solo estilísticas, sino también líricas; emergían con fuerza en sus letras cuestiones como la autoestima, la superación de los cánones normativos de belleza o el pensamiento positivo.
Una temática que continuaría en canciones tan rotundas como «Truth Hurts», a día de hoy la más reproducida de su repertorio, y en el resto de Cuz I Love You (2019), su aclamado cuarto disco de larga duración.
Special y su proyección mundial
2020 fue un año decisivo para Lizzo. Firmó un contrato con Amazon, para quienes hizo la seria Lizzo’s Watch Out For The Big Grrrls y pavimentó el camino para Special (2022), el mejor disco -hasta ahora- de su carrera, reforzado por apariciones como la de Saturday Night Live, sus colaboraciones con Nick Zinner (Yeah Yeah Yeahs) o SZA y el éxito planetario del hit «About Damn Time», uno de los must de los Lizzbians, que es como llaman popularmente a sus fans acérrimos.