Presentamos 5 jóvenes promesas de la escena musical actual que todo apunta a que darán mucho que hablar en los próximos años.
Léa Sen
Combinando su devoción por los músicos de jazz como Becca Stevens con su amor por Ariana Grande, Sen incorpora una fusión de sorpresas de influencias en su propia composición, que es rítmica y profundamente emocional. Su sencillo debut autoeditado Locked In llegó en abril de 2020, fusionando sintetizadores brillantes y guitarra en un ritmo hipnótico y de combustión lenta, con el doble sencillo, Sand Radio/Brother , que siguió en julio de ese año. Cada una de sus lanzamientos es una obra de arte visual y musical, convirtiéndola en una artista con una gran proyección.
Malamute
Considerada una de las bandas más divertidas del panorama musical alternativo en España, Malamute ha necesitado muy poco para hacerse un hueco entre los artistas emergentes más destacados. Este proyecto está dirigido por la cántabra Irene Gutiérrez y el madrileño Diego Jiménez y conserva el clásico espíritu festivo de la ola de rock independiente español que hemos visto en grupos como La Casa Azul, Ginebras o Cariño.
Tunaboy
Con unas claras influencias del trap americano, el hyperpop y el R&B, Tunaboy ha logrado forjar un estilo único que lo distingue en el escenario musical actual. Es más, su habilidad para fusionar estos géneros le ha permitido abrirse paso en la industria musical con una propuesta más que contundente, un hecho que nos ha llevado a seguir muy de cerca sus últimos lanzamientos.
Lila March
Lila March es otra de las artistas que se está haciendo un hueco en el panorama musical emergente. Con una versatilidad que abarca diversos estilos, como el rock alternativo o influencias de música árabe, esta talentosa cantante y compositora de Barcelona ha logrado captar la atención de todos con su primer EP titulado “DUNA”. Su música es un viaje emocional que combina letras profundas con melodías envolventes, creando una interesante experiencia auditiva.
La Helen
La Helen es una joven artista emergente que usa las cuerdas como partituras y su música como refugio. La guitarra es su cuna, y su voz su regalo. Empezó a indagar en el mundo de la guitarra latina, del que quedó totalmente fascinada y se dio cuenta de la afinidad que tenía con la música tradicional española y latinoamericana. Los boleros y la literatura clásica le ayudaron a escribir poesía y, más adelante, sus canciones. Y en su música se mezclaban los sonidos de su generación, con referencias cercanas y de otras latitudes o los grandes musicales de Broadway. Bebiendo de todo eso, La Helen creó un universo nuevo para poder llamarlo propio.