Si os gustan hits de los noventa como «Finally» (Ce Ce Peniston), «Gypsy Woman» (Crystal Waters) o «Show Me Love» (Robin S), entonces esta canción también os atrapará.
Eran cinco los años que llevábamos sin saber nada de la norteamericana Kelela Mizanekristos (Washington D.C., 1983), es decir, Kelela. al menos en formato álbum. Quizá muchos. Al menos cuando has de batirte el cobre en la misma liga que Kehlani, Tirzah, Nao, Sampha, Tinashe o FKA twigs: demasiada competencia.
Pero su vuelta no puede ser más esperanzadora. Avanzó hace unas semanas uno de sus nuevos singles, la serenísima «Washed Away», pero este «Happy Ending» nos ha enganchado aún más porque tiene todo eso que se le puede pedir a la mejor música de baile del siglo XXI: que sepa cuál es su legado y lo plasme con un sonido contemporáneo.
Y eso es lo que ocurre con esta canción, avalada por un estupendo videoclip a cargo de Alima Lee. Suena actual, pero a su vez, muy a los años noventa. Y muy británica. Muy al tránsito de los noventa a los dos mil, aquella época en la que el UK garage comenzaba a puntuar muy al alza. Incluso a cosas anteriores de la generación post rave de principios de aquella década.
Ha sido producida por LSDXOXO, alias creativo de Raushaan Glasgow, un DJ de Filadelfia que actualmente reside en Berlín, y que ha estado alguna vez en el Sónar barcelonés.
Juguemos a hacer de algoritmo: si os gustan cosas como «Finally» (Ce Ce Peniston, 1992), «Gypsy Woman» (Crystal Waters, 1991) o «Show Me Love» (Robin S, 1993; recientemente fagocitada por Beyoncé), entonces os gustará esta «Happy Ending», porque se inscribe en esa tradición. Un auténtico rompepistas para las altas horas de la madrugada, con una letra que describe los subidones y bajones de una complicada relación sentimental: «But we’re too far away/I’m reading all the writings on the wall/And if you don’t run away/Could be a happy ending after all/It’s deeper than fantasy».
Su video muestra una sucesión de cuerpos entregados al baile, una pista sumida en el desenfreno, en plena ebullición, con sus correspondientes mapas de calor (como los que muestran las retransmisiones de fútbol para explicar cuáles son las partes del campo más transitadas), y que aventura por qué camino puede transitar el que será el segundo álbum de Kelela.