
Entrevistamos al histórico cantante británico, ex miembro de Squeeze y Mike & The Mechanics, sobre su último álbum, el emotivo One on One, y el resto de su larga carrera.
Si estás familiarizado con el fibroso sonido new wave de Squeeze o con supergrupo de rock de radiofórmula Mike and The Mechanics, no necesitas que te presentemos a Paul Carrack. Si, por el contrario, no te suena demasiado, te diremos que has escuchado su voz cientos de veces en canciones tan populares como “Tempted”, “Over My Shoulder” o “The Living Years”, que acumulan (las tres juntas) más de doscientos millones de reproducciones solo en spotify.
Paul Carrack (Sheffield, 1951) es toda una leyenda del pop y el rock británicos. Considerado por la BBC como “el hombre de la voz de oro”, acaba de publicar One on One (Carrack UK, 2021), su decimoctavo disco en solitario. Un trabajo que suena, sobre todo, a él. Sin necesidad de innovar ni correr riesgos. Una buena ocasión, en cualquier caso, para hablar con él.
Has producido tú mismo One on One (Carrack UK, 2021), tu nuevo disco, que además tiene un sonido muy vivo, muy orgánico, sin mucho aderezo de estudio. ¿Tuvo algo que ver el confinamiento?
Posiblemente. Me encargué de tocar todos los instrumentos, excepto los vientos, y de un modo muy orgánico. Las canciones evolucionaban a medida que iban entrando los diferentes instrumentos. Es un proceso muy lento, porque me veo obligado a ajustar todas sus partes. Y no hay programaciones, todas las pistas están grabadas con instrumentos reales.
¿Cómo te las apañaste para trabajar con Robbie McIntosh, Alfred “Pee Wee” Ellis y tu propio hijo, Jack? ¿Se hizo todo a distancia?
Con mi hijo Jack, en esa canción en particular , “When Love is Blind”, empezamos a trabajar ya antes de que llegara la pandemia. Jack hubiera tocado en todo el álbum de no ser por el confinamiento, pero vive al otro lado de la ciudad y no le fue posible acercarse durante el tiempo en que estuvimos aislados. A Robbie (McIntosh) le conocí en una sesión de grabación de los Pretenders, algo que para mí marca una línea entre el amor y el odio. És un músico extraordinario. Yo toco la guitarra pero necesitaba a alguien que pudiera hacer el solo de “Long Way To Go”. Le envié el archivo con la canción por internet y en una hora ya me había respondido con seis fantásticos solos de guitarra, para que yo eligiera.
Con “Pee Wee” Ellis ya había trabajado en mi álbum These Days (Carrack-UK, 2018), para el que escribió algunas secciones de viento. Y fue un gustazo. Para este disco, escribí unos cuantos arreglos de viento usando algunos samples, pero una vez que el confinamiento se empezó a relajar, pudimos juntarnos para tocar de verdad. Él hizo escribió el arreglo de “Lighten Up Your Mood”. Este hombre es una leyenda, no solo por su trabajo junto a James Brown o Van Morrison, entre muchos otros. Tristemente, falleció en septiembre, pero me siento muy honrado de haber trabajado con él en el crepúsculo de su carrera. Será siempre recordado por sus colegas por su maestría como músico y su espíritu alegre.
El sonido es muy vívido. Os pilló la pandemia en medio de una gira, ¿no?
Sí, teníamos una gira que nos iba a ocupar todo 2020. Empezando por Reino Unido y continuando por Alemania, Holanda, Japón y Australia. Y luego yo hubiera estado de gira americana, tocando el órgano en la banda de Eric Clapton. Empezamos en el Reino Unido y completamos treinta conciertos hasta que llegó el confinamiento. Iba todo muy bien, la banda estaba tocando estupendamente, y creo que el hecho de tener la cabeza en modo gira, influyó. Pensaba continuamente en canciones que pudieran funcionar sobre los escenarios.
“Teníamos gira en 2020 por Reino Unido, Alemania, Holanda, Japón y Australia, y luego yo tenía previsto tocar el órgano en la banda de Eric Clapton, hasta que llegó la pandemia”.
En la hoja promocional del disco, dices que estas son canciones convencionales pero grabadas de un modo no convencional. ¿En qué sentido?
Quería decir que las composición de las canciones es muy normal en cuanto a estructura: estrofa, puente y estribillo. En ese sentido, no intento ser particularmente original. Todas mis canciones del pasado tienen una estructura parecida. Tradicional, podríamos decir. Me siento cómodo con esa forma de componer, pero creo que el elemento de creatividad, esa parte menos convencional, es la que llega con el feeling del fraseo y de la forma que toman las canciones al ser tocadas en vivo.
¿Sentiste ansiedad durante el último año y medio?
¿Y quién no? Nadie tenía ni idea que a dónde nos iba a llevar este virus. No estaba tan preocupado por mí, ya que vivimos fuera de la ciudad, en Hertfordshire, como por mi familia, mis hijos y mis nietos, que sí que viven en pleno centro de la ciudad, y allí había mucho temor y ansiedad. Por supuesto, no se nos permitía hacer visitas. Una de mis hijas dio a luz en enero de 2020 y fue un parto complicado. Muy complicado. Hasta el punto de que llegamos a temer que podíamos perderla. Gracias a Dios, la madre y el bebé sobrevivieron, pero no pudimos darles el apoyo que queríamos durante aquellas primeras semanas.

En canciones como “Lighten Up Yor Mood” (cuando cantas eso de “no más procrastinación”) y “Precious Time”, me da la impresión de que una de las lecciones esenciales que transmite este disco es que no deberíamos perder ni un solo segundo de nuestras vidas. ¿Es así?
Bastante. ¡Sobre todo cuando llegas a mi edad! Creo que una de las cosas positivas de la pandemia es que mucha gente ha tenido la ocasión de reevaluar sus vidas y relaciones y valorar lo que es de verdad importante.
Un par de canciones tratan sobre tus sensaciones sobre esos días de encierro, si no me equivoco: “I miss you”, dedicada a tu hija, y la balada “You Are Not Alone”, que no sé si va dirigida a alguien.
“I Miss You So” es más sobre no ser capaz de ver a nuestra nueva nieta a causa del confinamiento. Todo lo que teníamos eran fotografías y llamadas de whatsapp. Que es mejor que nada, claro. “You Are Not Alone” era para toda la gente que las ha pasado canutas durante este tiempo, lidiando con mucha ansiedad. Especialmente para dos personas muy cercanas. Tampoco la hice con esa intención. Dí con una bonita melodía y pensé que sería bueno que la canción tomara la forma de una típica balada romántica.
Estaba buscando un título para armar la letra a su alrededor, y creo que subconscientemente afloró mi preocupación por esas dos personas. Escuché a alguien decir, en una conversación, algo como “si crees que el mundo entero se está volviendo loco, no estás solo”. Y esa fue la chispa que me vino a la cabeza.
“Una de las cosas positivas de la pandemia es que mucha gente ha tenido la ocasión de valorar lo que es de verdad importante”
Hay también una influencia clara de Ray Charles en “Shame On You, Shame On Me”. ¿Es uno de tus héroes musicales? ¿Tienes más?
La verdad es que no tracé esa conexión, aunque soy un gran fan de Ray Charles. Aunque estoy seguro de que su música me ha marcado, como a muchos otros. Cuando era un chaval, estaba siempre escuchando a los Beatles y otras bandas de Liverpool, mientras mi hermano mayor le daba a Ray Charles y a otros artistas de blues y jazz. Algo de eso me debe haber quedado.
El disco se cierra con una versión de “Behind Closed Doors”, una canción de Charlie Rich, de 1973. ¿Qué es lo que tiene de especial para ti?
Bueno, es solo un disco que siempre me ha encantado, y la de Charlie Rich es una gran voz. Me encanta también el piano que suena en la versión original. Hace poco contactó conmigo un veterano técnico de sonido de la escena musical de Nashville que trabajó en esa canción, para decirme que mi versión le parece grandísima, y me alegró por completo el día. Supongo que en estos tiempos multigénero la letra puede ser un poco controvertida: ese “always a lady, just like a lady should be” (“siempre una mujer, justo como una mujer debería ser”), pero soy un tipo chapado a la antigua, qué se le va a hacer.
Echando la vista atrás, ¿de cuál de tus bandas tienes mejores recuerdos? ¿Ace? ¿Squeeze? ¿Mike & The Mechanics?
De todos. Ace fue algo muy divertido porque éramos una banda como de hermanos, que fuimos de la nada a tener un gran éxito, la primera vez que probé la fama. Squeeze fue algo muy excitante porque la música era muy fresca y vitalista. Mike & The Mechanics tuvieron mucho éxito, aunque desgraciadamente no mucha gente se da cuenta de que era yo quien cantaba “The Living Years”, “Over My Shoulder” o “Another Cup Of Coffee”, porque se pensaban que Mike (Rutherford, ex Genesis) era el cantante.
“Mucha gente no sabe que yo soy la voz de “The Living Years”, “Over My Shoulder” o “Another Cup Of Coffee”, se piensan que las cantaba Mike Rutherford”.
¿Cómo te sientes cuando los medios de comunicación, al menos los británicos, te definen como la voz de oro? ¿Halagado? ¿Agradecido? ¿Ruborizado?
De todas esas formas. Pero, sobre todo, ruborizado.
Te has movido siempre entre el soul de ojos azules, el blues, el pop o el r’n’b. ¿Hay algún género en el que te sientas más cómodo que en otro?
Me gustan todas las músicas, y siempre intento hacer cosas distintas, pero me gustan particularmente las músicas de raíz, como el soul, el rock and roll o el country. Puede que a veces eso confunda a alguna gente, que no sepa en realidad cuál es mi yo real. Pero no me preocupa. Solo quiero disfrutar de la música, me lleve a donde me lleve.