El proyecto de Elena Nieto vuelve con una nueva rodaja de indie rock a lo noventas con sensibilidad de los 2020s.
Elena Nieto es el alma de Yawners, un proyecto que recupera algunas de las mejores señas de identidad del indie rock noventero y las hace sonar de nuevo actuales, plenamente vigentes, revigorizadas. Por algo en su hoja de servicios se cita a Weezer, Pavement o The Breeders, bandas surgidas hace unas tres décadas, junto a contemporáneas como Tigers Jaw, Snail Mail o The Beths.
El combustible para que sus canciones prendan suele ser la incertidumbre. La incógnita acerca de un futuro que se intuye más que complicado. Al menos para esa generación que aún no llega a los treinta y todavía lo tiene casi todo por hacer. Es, paradójicamente, la mejor forma de revivir unas enseñanzas que en lo estrictamente sonoro vienen de lejos, pero presentan hechuras renovadas en sus textos.
Obviamente, ese es el caso de Elena. Y esta “Suena mejor”, primer adelanto de un segundo álbum que tendrá distribución en varios países de Europa, EE.UU., Japón y Latinoamérica, es otra vitamínica rodaja de pop que evidencia esa vía de escape que supone para ella la factura de canciones. Redondas, como es el caso.
El videoclip de esta “Suena mejor” ha sido dirigido por Daniel Rato, y escenifica algunas de esos dilemas a los que se enfrenta cualquier músico que se aventura en el ámbito independiente. Por eso aparecen Hume, pintando un retrato de Elena, Luis Fernández (Sonido Muchacho) ofreciéndole un dudoso contrato, Esty Quesada (Soy una pringada) intentando retenerla cuando se va de plató y los músicos que la acompañan actualmente en los conciertos, Tomás Rey al bajo y Teresa Iñesta a la batería.
Tres años después de su debut, y tras haberse pateado más de un centenar de escenarios en una progresión que solo quedó cortada por la pandemia, Yawners encaran (desde el sello Montgrí, que cuenta con Cala Vento, Lagartija Nick, Biznaga o Vulk en sus filas) un 2022 que debería ser el de su confirmación.