El músico, sociólogo y filósofo Hans Laguna ha publicado un brillante libro abordando la figura de Julio Iglesias.
El mundo, y especialmente nuestro país, está repleto de libros sobre músicos escritos por fans. Este no lo es, y ese es un primer punto a su favor. Siempre es más sencillo adentrarse en la vida y obra de aquellos artistas a quienes admiramos, pero es mucho más complicado meterse a fondo en la peripecia vital y artística de aquellos músicos que no nos tocan la fibra.
Y Hans Laguna lo ha hecho. Y de forma excepcional. Eso es lo que distingue el buen periodismo del ágil proselitismo. Que son cosas distintas, aunque muchas veces se parezcan y con más frecuencia se confundan.
Hans Laguna (San Sebastián, 1979), cuyo nombre real es Toni Llácer, no solo es uno de esos músicos de singular talento que cualquier melómano haría bien en conocer (Manual de fotografía, el último disco a su nombre, era una maravilla, y lleva tiempo siendo bajista de la formación en directo de Nacho Vegas, entre otros muchos proyectos), sino que también es licenciado en Filosofía y doctor en Sociología.
Esto es, tiene las herramientas para diseccionar a conciencia un fenómeno como el de Julio Iglesias, el cantante español (y latino) que más discos ha vendido en todo el mundo a lo largo de la historia, con diferencia. 250 millones de discos. Una barbaridad. El inverosímil dueto que forjó junto a Willie Nelson a mediados de los ochenta fue la espita. La revelación que prendió la llama en su cerebro. Aquella inenarrable “To All The Girls I’ve Loved Before” y su interpretación en directo fue lo que le voló la cabeza. Y es una suerte.

Rígido, casi hierático, sin una voz especialmente potente (nada que ver con Sinatra o con cualquier otro ilustre crooner), Julio Iglesias recabó un incontestable éxito mundial sin que pareciera destinado a lograrlo. Hay algo en este libro de la fascinación que Céline Dion proyectó sobre Carl Wilson en Música de mierda (Blackie Books, 2016). No queda del todo claro hasta qué punto el autor sufre (o no) una suerte de síndrome de Estocolmo respecto al artista. Y esa es una muy buena señal.
La construcción del mito de Julio Iglesias, la proliferación de su batallón de memes (con la consabida coletilla de “y lo sabes”) y la sombra que su masculinidad latinizada ha proyectado sobre artistas de la actualidad como C. Tangana son abordados con rigor y mucho sentido del humor en un libro que enganchará a neófitos y a fans. Seguramente mucho más a los primeros, a quienes nunca hayan sentido el menor cosquilleo de curiosidad por la música de Julio Iglesias, porque este Hey! Julio Iglesias y la conquista de América (Contra, 2022) no es una biografía, ni tampoco exactamente un texto sociológico (aunque tiene mucho de ambos), sino sobre todo el retrato poliédrico de una figura sin parangón en nuestra música popular, a la que nuestros medios de comunicación especializados (otra cosa es el ¡Hola!) no han dedicado apenas un miligramo de su atención. Y los fenómenos, simpaticemos más o menos con ellos, están ahí para ser analizados y explicados.
Este libro, que es uno de los mejores volúmenes musicales escritos en España que tendremos la oportunidad de leer este año, lo hace. Y de forma espléndida.