Se publica en castellano Reyes vagabundos, el extraordinario libro del escritor irlandés Joseph O’Connor en torno al ascenso y caída de una banda de rock ficticia. Una historia cien veces contada, pero nunca con tanta brillantez.
Parece mentira que haya tenido que pasar casi una década para que este libro vea la luz en castellano. Reyes vagabundos (Impedimenta, 2023) se publicó hace nueve años como The Thrill Of It All (Vintage, 2014), en honor al título de una canción de Roxy Music. En realidad, no cuenta nada que no hayamos leído o visto ya unas cien veces, pero lo hace de una forma tan vivaz y extraordinaria que parece la primera vez que se hace.
El escritor irlandés Joseph O’ Connor (Dublín, 1963), hermano de la cantante Sineàd O’Connor, quiso contar los orígenes, la travesía por el desierto, el éxito efímero y también el inevitable ocaso de una banda de rock. Nada nuevo. Pero al hacerlo, acabó tramando algo que también es mucho más: una bellísima, compleja y emotiva historia sobre el amor, la amistad, la familia, el paso del tiempo y el enorme poder redentor de la música popular. Todo eso que da sentido a tantas vidas. Al menos a las nuestras.
Es complicado lograrlo cuando se maneja una materia prima tan sobada: en el ámbito del rock, la realidad acaba superando a la ficción, y son muchas las memorias o los documentales de músicos célebres (o no tan célebres: el caso de Anvil) que sobrepasan cualquier relato imaginable, por enloquecido que parezca. Incluso ficciones como This Is Spinal Tap (Rob Reiner, 1984) son mejorables por la vía del exceso.
Hay también estupendas novelas sobre el ascenso y caída de bandas ficticias, como The Commitments (Roddy Doyle, 1987), y libros que también desde lo imaginado recrean la peripecia de personajes cuya vida difícilmente podría ser la misma sin la música pop, como Alta Fidelidad (Nick Hornby, 1995), el molde de todas las que vinieron después. Pero ninguna es como Reyes vagabundos (2023). Ninguna es como la historia de The Ships In The Night, ese grupo inventado, formado en Luton – tal y como nos cuenta O’Connor – con David Bowie, Bob Dylan, John Lennon o Patti Smith en su misal particular, y con tendencia a beber de la new wave, el ska, el pop o el blues.
Así expuesto, suena a combinación improbable. Pero cualquiera que le pegue una escucha a la kilométrica playlist del libro (The Waterboys, Fleetwood Mac, Joe Strummer, Stevie Wonder, Blondie o Talking Heads, entre muchos otros), lo entenderá. Las referencias musicales a lo largo de sus 376 páginas son múltiples. También los cameos inventados de músicos conocidos. Pero todos encajan con naturalidad. Ninguno de ellos menoscaba la fluidez del relato que une a Robbie, Fran, Trez y Seán, cuatro jóvenes unidos por un sueño, con quienes es inevitable empatizar en todos y cada uno de los distintos tramos de sus vidas, desde la post adolescencia a la madurez, porque son personajes estupendamente delimitados.
«He bailado con Chrissie Hynde y con Debbie Harry. En discotecas de Nueva York, San Francisco, Barcelona o en Tokyo, toda la noche con Trez. Pero si San Pedro me preguntara cuál fue el baile más bonito de mi vida, mi respuesta solo podría ser esta: Hospital de St Thomas, Londres. Abril de 2012. Bailando en la oscuridad», afirma su protagonista tras marcarse unos discretos y doloridos pasos con su enfermera en plena convalecencia, ajado por esa vida tan poco saludable que depara el rock and roll way of life. Es uno de los pasajes más certeros y emotivos de un libro que no deberíais dejar pasar. Y os lo ponemos bien fácil: está disponible en la tienda de Mússica.