El compositor pop mallorquín combina la reactivación escénica de Antònia Font con el rescate de Surfistes en càmera lenta, el que fue su primer álbum en solitario.
Joan Miquel Oliver (Sóller, Mallorca, 1974) es uno de nuestros grandes escritores de canciones pop. Atesora cerca de una veintena de discos en las últimas dos décadas, entre Antònia Font y los que firma en solitario, y cinco libros publicados, entre novelas, poemas y teatro.
Este 2022 lo está viviendo como un año particularmente fructífero sobre los escenarios, con los multitudinarios conciertos de vuelta de su banda y también con los que está ofreciendo recuperando el que fuera su debut a su nombre, Surfistes en càmera lenta (2005), cuyas próximas paradas son el 27 de noviembre en el Teatre El Musical de València y el 21 de diciembre en la sala Apolo de Barcelona. Hemos aprovechado para hablar con él.
¿Por qué has querido recuperar las canciones de Surfistes en càmera lenta (2005) en directo?
Cuando salió el disco no estaba preparado para defenderlo en directo. Pensaba que era una lástima, y empecé a pensar en la idea de hacer la gira en las condiciones actuales de voz, formación, medio, público, etc… y me dije a mí mismo “¿por qué no? La puedo hacer”. Y la montamos.
¿Crees que la recuperación de este disco en directo y su reedición responde a una actitud nostálgica? ¿O consideras que la nostalgia es estéril?
Ni una cosa ni otra. Yo he escrito sobre mi infancia con un punto nostálgico muy fuerte, sobre todo en las novelas que tengo publicadas. Me gusta y es un sentimiento muy fructífero. Pero no es el caso de la reedición de este disco.
“Ahora no sería capaz de hacer un disco así de doméstico, inocente y experimental”
¿Te ha dado el paso del tiempo una perspectiva distinta acerca del disco? ¿Lo ves con otros ojos respecto a lo que supuso en 2005?
Cuando me llegó la copia en vinilo y la pude escuchar, me gustó. Honestamente, ahora no sería capaz de hacer un disco así, doméstico, inocente y experimental, porque lo fue de verdad, y ahora ya no soy así. Solo puede haber un primer disco en solitario, y ya lo hice. Me gusta por eso, porque tiene su hueco muy definido dentro de mi carrera.
¿Qué necesidad creativa querías cubrir con este disco, que no tuvieras cubierta ya con Antònia Font?
Infinitas. Antònia Font es solo una manera de expresión poética y musical, estética, de las que me gustaría explorar. Y con mis discos en solitario tampoco se agotan las necesidades de buscar nuevas músicas. Es algo que siempre está ahí, no se acaban nunca, y cada vez son más grandes.

¿Tienes la sensación de haber abierto un enorme camino para el pop hecho en catalán en los últimos tres lustros? Te lo pregunto porque siempre se os pone, a ti y a Antònia Font, como ejemplo máximo de catalizadores de una escena que se dio cuenta de que prácticamente cualquier estilo se podía expresar en catalán. Y luego vinieron muchos más.
Eso que dices es cierto, pero si te fijas, se basa en una obviedad: en catalán se puede abordar cualquier estilo. Es una evidencia que no necesita ser demostrada por nadie, y pobre de mí y del grupo si hubiéramos pretendido demostrar algo así. Pero es verdad que hace veinte años había un complejo muy grande al respecto, un complejo que viene del anticatalanismo y que todavía existe. No solo de los no catalanes, sino de los mismos catalanes: basta con ver la cantidad de catalanes que cantan en castellano, ellos mismos simpatizan con la idea de que el castellano es superior, no sé por qué, y está claro que es un disparate. Pero todavía hay gente que lo piensa. Músicos, escritores, etc… aún piensan que el catalán sirve para hablar con tu abuela, tu perro y poco más… es lamentable.
“Es lamentable que aún haya quien piense que el catalán solo sirve para hablar con tu abuela, tu perro y poco más”.
Con frecuencia se habla de la imaginación que desprenden la mayoría de tus textos. Y de cierto surrealismo inherente a ellos. Me gustaría saber de dónde sacas la inspiración. ¿De la observación cotidiana? ¿De vivencias personales? ¿De la lectura de determinados libros, películas o discos? ¿O depende de cada álbum?
Es difícil contestar a eso porque yo escribo sobre cualquier cosa, sobre lo primero que me viene a la cabeza. Pero te puedo decir que no escucho mucha música ni tampoco leo mucho. La música está ahí, entiendo su funcionamiento y me he hecho mi propio sistema de harmonía, ritmo y melodía. Lo entiendo así. En cuanto a las letras, no sé. Todos hablamos, todos nos comunicamos, todos escribimos, y yo escribo lo que me sale.
En cualquier caso, ¿qué música escuchas últimamente? ¿Algo que te haya sorprendido positivamente?
Escucho a mis amigos, música mallorquina sobre todo. Maria Jaume, Miquel Serra, Da Souza, La Ludwig Band, Jorra Santiago, Oliva Trencada… igual que hago con la fruta y la verdura, que voy a comprarla al comercio que tengo más cerca de casa, PUES igual hago con la música.
También tengo curiosidad por saber cuáles son algunos de tus discos favoritos de siempre. ¿Podrías mencionar tres o cuatro que hayan sido siempre discos de cabecera para ti, de esos a los que vuelves una y otra vez?
Brothers In Arms (1985) de Dire Straits, The Dark Side Of The Moon (1973) de Pink Floyd, Tubular Bells (1973) de Mike Oldfield, Dumb Waiters (1980) de Korgis… todo rancio y extremadamente pasado de moda.
